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miércoles, 25 de septiembre de 2019

ENDEUDAMIENTO DESMEDIDO, UN ANALISIS NECESARIO


 
    RAFAEL VILLARROEL | ECONOMÍA ASCENDENTE

La idea de que el Estado estaría endeudándose por encima de niveles razonables y estaría comprometiendo el futuro de los bolivianos adquiriendo créditos sin respaldo que repercutiría negativamente  en el futuro del país abre un espacio de reflexión con respecto a los elementos de razonamiento que son necesarios para analizar este tema.
De manera inicial la noticia es alarmante, pero antes de perder la calma es necesario precisar cuál es el parámetro para medir ese incremento histórico en la deuda pública y este razonamiento hace un análisis comparativo para decir que, con relación a los anteriores años, Bolivia cuantitativamente, ha adquirido más créditos por más dinero en comparación con la deuda anterior, pero la validez de este razonamiento entra en cuestionamiento cuando no se toman en cuenta datos tales como el tamaño de la economía de aquel entonces o la calidad del gasto al que está destinado el crédito.
En la década de los 80 el PIB boliviano bordeaba los dos mil millones de dólares y el crecimiento de éste prácticamente inexistente, algo parecido ha ocurrido en la década de los noventa y llegó a algo más de los tres mil millones. Este es un dato a tomar en cuenta cuando se analiza el endeudamiento puesto que desde ese punto de vista se puede entender que la capacidad de endeudamiento del país era muy baja porque presenta riesgos serios. En la actualidad PIB boliviano bordea los 38 mil millones de dólares y la deuda se calcula en algo más de los 9 mil millones de dólares.
De lo anterior se tiene que en los periodos anteriores la deuda externa se encontraba muy cerca del PIB lo que también justificó el difícil periodo vivido en la época de los 80 y 90 donde la clase media lo resintió de manera especial. En la actualidad se tiene que el país ha mejorado ostensiblemente su capacidad de endeudamiento debido a que incrementó más de diez veces su tamaño en términos de PIB; Pero pese a haber mejorado, esa capacidad se encuentra muy lejos de comprometerse en los niveles que se dieron  en la décadas pasadas, lo cual importa que, como una familia que mejora sus ingresos puede acceder a mejores créditos para mejorar su calidad de vida.
Otro punto no menor está en la calidad del destino de los créditos que se han adquirido, aquí tenemos que, por lo general, en las décadas anteriores el Estado se endeudaba para pagar los gastos de su funcionamiento o pagar sueldos y aguinaldos, ósea un gasto sin retorno. Pero en la actualidad el país ha demostrado niveles históricos de inversión pública que también han incidido definitivamente en el crecimiento de nuestro país. Es decir que se ha invertido con miras al futuro lo cual nos permite ver que por primera se ha hecho un esfuerzo por mejorar la capacidad productiva de Bolivia.
Vistos estos puntos, tenemos elementos suficientes para pensar que una alarma de endeudamiento no se encuentra justificada pero más importante aún, es pensar que gran parte de esa deuda se encuentra invertida para garantizar una estabilidad sostenible.
EA

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