Por: Leoncio Gonzales Selaru
Después del sorpresivo anuncio del presidente Evo Morales Ayma de otorgar un segundo aguinaldo tanto al sector público como al privado, a partir de este año, surgieron posiciones tanto a favor como en contra de esta medida. De repente, las redes sociales se vieron invadidas por comentarios de propios y extraños. Sin duda alguna, una medida económica inesperada.
Lo que sí era de esperarse fueron las opiniones de los ya habituales “analistas”, que como ya sabemos hablan de memoria haciendo escenarios hipotéticos tratando de simplificar la realidad en busca de un “modelo” que explique esa realidad al más fiel estilo de los manuales de macroeconomía.
Sin embargo, muchas veces justamente porque ese modelo es tan simplificado, pierde rigurosidad y no explica en su totalidad la realidad y es por eso que las “predicciones” derivadas son erróneas y no se pueden aplicar a un tiempo y espacio determinado.
Después del sorpresivo anuncio del presidente Evo Morales Ayma de otorgar un segundo aguinaldo tanto al sector público como al privado, a partir de este año, surgieron posiciones tanto a favor como en contra de esta medida. De repente, las redes sociales se vieron invadidas por comentarios de propios y extraños. Sin duda alguna, una medida económica inesperada.
Lo que sí era de esperarse fueron las opiniones de los ya habituales “analistas”, que como ya sabemos hablan de memoria haciendo escenarios hipotéticos tratando de simplificar la realidad en busca de un “modelo” que explique esa realidad al más fiel estilo de los manuales de macroeconomía.
Sin embargo, muchas veces justamente porque ese modelo es tan simplificado, pierde rigurosidad y no explica en su totalidad la realidad y es por eso que las “predicciones” derivadas son erróneas y no se pueden aplicar a un tiempo y espacio determinado.
La teoría del libro de macroeconomía nos dice, en palabras simples, que si hay más ingreso habrá más liquidez (más dinero en posesión de la gente), por tanto más consumo y entonces habrá un efecto de incremento sobre los precios.
En primera instancia, el efecto sobre los precios no debería ser más que el mismo al que estamos acostumbrados en cada diciembre producto del aguinaldo tradicional. ¿Por qué? Simplemente porque el segundo aguinaldo provocará un espejismo monetario ya que el agente económico debería ahorrar ese ingreso adicional que representa el segundo aguinaldo para tener previsiones de gastos futuros durante 2014.
En pocas palabras, el segundo aguinaldo es un incremento pasajero en el ingreso de las personas que no irá al consumo sino al ahorro, lo que no inyectará más liquidez a la economía y no existirán presiones inflacionarias, hecho que se verá reflejado en el sistema financiero: los depósitos de la gente se incrementarán en sus cuentas; también otra alternativa muy atrayente sería la de comprar bonos del Banco Central.
Los excedentes de liquidez en nuestra economía son absorbidos por las oportunas medidas de contracción monetaria, por ejemplo este año se retiraron más de Bs 8.000 millones impidiendo de esta manera un mayor efecto sobre el incremento en la tasa de inflación.
En lo que sí hay que tener mucho cuidado y eso no tiene regulación alguna, son las opiniones mal intencionadas de algunos analistas que en vez de hablar de memoria y lanzar críticas generando expectativas inflacionarias en la ciudadanía deberían primero aconsejar a los bolivianos de ahorrar su segundo aguinaldo.
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