La interacción en línea entre el Estado y los administrados está tomando un nuevo protagonismo. |
Steve G. Mendoza Fernández | Economía Ascendente
Bolivia 06/03/2019.- Las
compras públicas en Bolivia han pasado por un proceso de evolución
caracterizado por el progresivo acceso a la información que se ha venido
efectivizando gestión tras gestión. Bajo la premisa de que “la
publicación abierta de la demanda pública garantiza una selección basada
en criterios de calidad, oportunidad y competitividad” es que se han
ido mejorando las formas de administrar la información de los
requerimientos estatales.
Pasando
desde una fase primigenia, a través de mecanismos formales pero
antediluvianos caracterizados por una parsimoniosa propagación de la
información (gacetas informativas o mesas de partes), hasta el uso de
plataformas web (Sicoes y páginas institucionales) caracterizadas por
una comunicación masiva e inmediata de la información, podemos decir con
toda certeza que el elemento informativo de las compras públicas ha ido
mejorando sustancialmente, y para muestra basta un botón. En sus
inicios, el Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes) reportó 2.694
procesos de contratación en 2002, mientras que en la gestión 2018 fueron
reportadas 89.675 publicaciones institucionales, evidenciando un
incremento exponencial en relación con la información publicada.
No
obstante la evidente mejora en la publicación de la información a
través del uso de las TIC, la interacción en línea entre el Estado y los
administrados está tomando un nuevo protagonismo dentro de la gestión
pública, llegándose de esta manera al denominado “gobierno electrónico”.
Un ejemplo de ello es el uso de la plataforma del Registro Único de
Proveedores del Estado (RUPE), que está permitiendo una interacción en
línea entre el proveedor y las instituciones que administran la
información necesaria para participar en procesos de contratación
(Fundempresa, Segip, SIN, entre otros), otorgando una mayor facilidad al
momento de presentar la documentación en los procesos de contratación.
Sin embargo, este tipo de interacciones resultan aún primigenias, razón
por la cual se debe ahondar esfuerzos para el cambio del uso de las TIC,
pasando de lo informativo a lo transaccional.
Por
otra parte, el desarrollo del Sistema de Gestión Pública (SIGEP) como
sistema integrado de gestión o el uso de pagos electrónicos en línea son
elementos a considerar para efectivizar la migración de las compras
públicas de un portal web meramente informativo a uno interactivo de
naturaleza transaccional. Con la aprobación del Decreto Supremo N° 3548,
en el que se establece que las contrataciones públicas podrán ser
realizadas a través de medios electrónicos o con el uso de la firma
digital o la ciudadanía digital, se puede vislumbrar un cambio
fundamental dentro de la gestión pública y en especial en las compras
del Estado.
De
darse este proceso en un corto o mediano plazo, implicaría el ejercicio
de una interacción en línea y en tiempo real entre proveedores y
entidades públicas (subastas electrónicas a la inversa), con condiciones
técnicas y económicas estandarizadas (convenios marco en línea), en la
que los sobornos y sobreprecios serían reducidos a la mínima expresión
gracias a la interacción abierta de oferta y demanda para la obtención
de las mejores condiciones del mercado, bajo la premisa de que todos los
actos se registran para efectos de control gubernamental y social,
empoderando cada vez más al ciudadano en el ejercicio de su gobierno
electrónico.
También puedes leerlo en:
La Razón
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