Bolivia 16/09/2019.- Hace una semana varios analistas hablaron
sobre la deuda externa del país en varios medios de comunicación, mencionando
que Bolivia contrae una deuda cada vez mayor y que esto es una señal de crisis.
Por salud mental es recomendable hacer
caso omiso a dichas opiniones. Es importante tocar el tema con fundamentos
claros y consistentes debido a que dichas opiniones solo intentan cegar
y confundir a la población con respecto al concepto de deuda.
Se hace alusión a la deuda externa como si
contraerla fuese un pecado o un sacrilegio cuando, por el contrario, sin
endeudamiento varios proyectos no podrían realizarse por falta de
financiamiento, tanto a nivel empresarial como nacional.
El endeudamiento no es motivo de alarma
siempre y cuando exista una capacidad de pago, y es algo lógico: no puedes
gastar más de lo que tienes. Así, si existe solvencia y capacidad de pago para
cumplir con tus obligaciones crediticias el acto de endeudarse no es motivo
para rasgarse las vestiduras.
En el caso boliviano, es cierto que la
deuda externa ha ido creciendo durante los últimos años y, a julio de 2019, el
endeudamiento externo alcanzó los $us 10.605 millones, sin embargo, algo que no
saben o no quieren saber los opinadores es que este nivel de deuda externa
representa sólo el 24,6% del Producto Interno Bruto (PIB) para el período
mencionado.
Y ¿por qué es importante conocer esto?, la
razón es simple, el Producto Interno Bruto macroeconómicamente refleja nuestros
ingresos como país, es decir, nuestra capacidad de pago ante dicha deuda. Por
otro lado, los umbrales de endeudamiento de organismos internacionales como la
CAN y el FMI alcanzan a 40% y 50%, respectivamente (ratio de la deuda externa
con respecto al PIB).
¿Esto qué quiere decir?, que Bolivia se
encuentra por debajo del límite máximo de endeudamiento, lo cual le da aún un
margen amplio para contraer créditos. La economía nacional además de tener la
capacidad de pago de la actual deuda externa, también tiene el margen para
poder endeudarse más porque posee los ingresos suficientes.
En este marco, es importante recalcar
además, que según datos oficiales Bolivia ocupa el segundo lugar entre los
países de la región con menor deuda externa total en porcentaje del PIB
(24,6%). Porcentaje que en relación a tiempos neoliberales superó el 50% e
incluso llegó al 99% en 1987.
Otro punto importante del acto de
endeudase es que este pasivo no debe contraerse para pagar otras deudas o
cubrir déficits, como está ocurriendo en países vecinos. Esta debe destinarse a
proyectos que en el largo plazo generarán mayores recursos para el país,
traducido en tasas de rentabilidad que serán mayores a las tasas de interés de
dicho préstamo, algo que sin duda está ocurriendo en Bolivia, un ejemplo de
muchos son las inversiones que se realizan en proyectos de infraestructura
productiva, que tienen tasas de rentabilidad atractivas para el país (alrededor
del 20%), frente a las bajas tasas de interés a las cuales se contrató la deuda
(5%).
En conclusión, Bolivia posee un buen
margen de endeudamiento y destina de forma óptima los recursos de esta, por lo
que la sostenibilidad de la deuda es estable y seguirá siendo así bajo los
lineamientos y medidas que se siguen implementando con la actual política
económica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, ingrese sus comentarios sobre el artículo aquí: