Por: Oscar Machicado Mendoza
Uno de los secretos para el éxito de todo gobierno es que los gobernantes puedan tener un equilibrio entre lo político y lo técnico, es decir actuar con mucha responsabilidad en sus acciones, teniendo una estabilidad política, económica y social en el país, lo cual ha producido un clima muy favorable en los ámbitos anteriormente señalados.
Para comenzar, el Gobierno del presidente Evo Morales en la parte económica, tiene un fuerte puntual político-técnico equilibrado, sustentado en la figura sólida del ministro Luis Arce, quien ha llevado adelante un modelo económico para el país, conocido como el “Nuevo Modelo Económico Social Comunitario Productivo”, que en los nueve años precedentes ha significado cambios importantes en la economía nacional, cuyas medidas han sido plenamente diseñadas de acuerdo con la realidad y necesidades de nuestro país, diferente a lo que se hacía hasta 2005, cuando se concertaban medidas con organismos internacionales (Fondo Monetario Internacional–FMI, Banco Mundial), las cuales estaban condicionadas en un sentido desfavorable para el país.
La soberanía, en cuanto a la formulación de políticas económicas, nos muestra también un manejo más serio de la economía nacional, plasmado en el Acuerdo de Ejecución del Programa Fiscal Financiero entre en Ministerio de Economía y Finanzas Públicas y el Banco Central, cuyo principal objetivo es el de garantizar la estabilidad macroeconómica, además de contribuir al crecimiento económico y la reducción de la pobreza, sustituyendo a los memorandos de entendimiento que se firmaban con el FMI aplicando políticas que no beneficiaban a nuestro país.
De hecho, en estos nueve años muchas de las “turbulencias” que han ocurrido en materia económica han sido bien afrontadas mediante políticas responsables llevadas a cabo, tal como lo indica el modelo económico mencionado anteriormente, como la apropiación del excedente y la redistribución de los ingresos mediante las transferencias condicionadas, los llamados “bonos sociales”, que permitieron que lleguen recursos a los sectores, permitiendo reducir la extrema pobreza, la desigualdad y permitieron alimentar la demanda interna.
El crecimiento de la demanda interna ha permitido que la economía nacional crezca con menor dependencia de las exportaciones, a diferencia de antes del año 2005, cuando una de las principales premisas del DS 21060 iba de la mano con la frase de “exportar o morir”, no incentivando al aparato productivo, haciéndonos dependientes de las materias primas.
Dicha situación ya no es la misma, ya que nuestro país a lo largo de los últimos años ha cambiado sustancialmente y lo seguirá haciendo, siempre y cuando las decisiones que tomen los gobernantes sean las más correctas e idóneas.
Uno de los secretos para el éxito de todo gobierno es que los gobernantes puedan tener un equilibrio entre lo político y lo técnico, es decir actuar con mucha responsabilidad en sus acciones, teniendo una estabilidad política, económica y social en el país, lo cual ha producido un clima muy favorable en los ámbitos anteriormente señalados.
Para comenzar, el Gobierno del presidente Evo Morales en la parte económica, tiene un fuerte puntual político-técnico equilibrado, sustentado en la figura sólida del ministro Luis Arce, quien ha llevado adelante un modelo económico para el país, conocido como el “Nuevo Modelo Económico Social Comunitario Productivo”, que en los nueve años precedentes ha significado cambios importantes en la economía nacional, cuyas medidas han sido plenamente diseñadas de acuerdo con la realidad y necesidades de nuestro país, diferente a lo que se hacía hasta 2005, cuando se concertaban medidas con organismos internacionales (Fondo Monetario Internacional–FMI, Banco Mundial), las cuales estaban condicionadas en un sentido desfavorable para el país.
La soberanía, en cuanto a la formulación de políticas económicas, nos muestra también un manejo más serio de la economía nacional, plasmado en el Acuerdo de Ejecución del Programa Fiscal Financiero entre en Ministerio de Economía y Finanzas Públicas y el Banco Central, cuyo principal objetivo es el de garantizar la estabilidad macroeconómica, además de contribuir al crecimiento económico y la reducción de la pobreza, sustituyendo a los memorandos de entendimiento que se firmaban con el FMI aplicando políticas que no beneficiaban a nuestro país.
De hecho, en estos nueve años muchas de las “turbulencias” que han ocurrido en materia económica han sido bien afrontadas mediante políticas responsables llevadas a cabo, tal como lo indica el modelo económico mencionado anteriormente, como la apropiación del excedente y la redistribución de los ingresos mediante las transferencias condicionadas, los llamados “bonos sociales”, que permitieron que lleguen recursos a los sectores, permitiendo reducir la extrema pobreza, la desigualdad y permitieron alimentar la demanda interna.
El crecimiento de la demanda interna ha permitido que la economía nacional crezca con menor dependencia de las exportaciones, a diferencia de antes del año 2005, cuando una de las principales premisas del DS 21060 iba de la mano con la frase de “exportar o morir”, no incentivando al aparato productivo, haciéndonos dependientes de las materias primas.
Dicha situación ya no es la misma, ya que nuestro país a lo largo de los últimos años ha cambiado sustancialmente y lo seguirá haciendo, siempre y cuando las decisiones que tomen los gobernantes sean las más correctas e idóneas.
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