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miércoles, 16 de octubre de 2013

Una revisión a la inflación tarijeña

Por: Omar R. Velasco Portillo
Según los datos publicados por el INE, si bien Tarija presenta el índice inflacionario más alto de Bolivia, 10,9% acumulado en el año y 11,9% respecto de septiembre 2012, este incremento se debe a varios factores, como ser el crecimiento acelerado de la actividad económica, los mayores ingresos per cápita de su población, la transferencia de bonos a las familias por la Gobernación, efectos climatológicos en el chaco y sur del país, el agio y la especulación, entre otros.

Llamó la atención que en los últimos meses los precios de la canasta familiar tarijeña de alimentos y bebidas no alcohólicas, muebles y servicios domésticos y recreación y cultura se hayan elevado de manera considerable. Al respecto, se hace notar que en el primer caso ese aumento se debió a la nevada y helada que destruyó la producción de papa, durazno, maíz, trigo, cebada, verduras y hortalizas, y otros productos en el valle tarijeño y sus alrededores, y la sequía que provocó la muerte de más de 3.000 cabezas de ganado. También incidió la especulación de los precios del azúcar y papa.

Por otro lado, el aumento del precio de los muebles se vio reflejado en la escasez de madera luego de que se decretara la prohibición de tala en áreas protegidas. Por tanto, se debe aclarar que es un alza transitoria y originada en productos específicos lo que generó el aumento reciente en el costo de la canasta familiar.

No obstante, si se observa entre 2009 y 2013, a septiembre de cada año, también se constata que Tarija se convierte en una de las ciudades más caras de Bolivia, con una inflación de 5,13%, seguido de Cochabamba 3,7% y Sucre 3,5%, a raíz de la mayor dinamización de la economía y la mejora de los ingresos de la población en los últimos años.

El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) tarijeño ha estado mucho más alto que el nacional. Entre 2010 y 2012, la tasa de crecimiento del PIB fue 7,7% en promedio, mientras que el crecimiento del resto de Bolivia fue 4,5%. Por otro lado, el PIB per cápita del departamento subió en 240% de Bs 18.868 en 2005 a 46.278 en 2012, constituyéndose en el nivel de ingresos por habitante más alto del país.

A ello se debe sumar la mayor transferencia de recursos a la región de los ingresos petroleros luego de la nacionalización, que en 2012 representó 19,3% del total nacional, de los cuales la Gobernación recaudó 73%, los municipios 22% y la UAJMS 4,5%. Estos recursos dotaron de mayor impulso a la inversión pública y causaron mayor transferencia de recursos directos a la población, como es el caso del bono Prosol, de Bs 6.000, otorgado por la Gobernación a comunidades indígenas, que asciende a Bs 280 millones, que son parte de la política redistributiva que ha incrementado la demanda interna.

Por tanto, se debe aclarar a la autoridad edil de la ciudad andaluza que no se trata de un problema de oferta y demanda, ya que gran parte de esta inflación es transitoria.

Del otro lado, si bien la inflación recoge la escasez relativa de los productos, también se observan otros factores que tienen que ver con la especulación de productos y el mayor dinamismo del departamento, elementos que no se combaten con una ley, sino con mayor control y fiscalización de precios en los mercados y mayor planificación del gasto de los gobiernos subnacionales.
 

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