Por: Jorge Lizarraga (*)
Bolivia, País diverso, multiétnico y Plurinacional fundado el 06 de agosto de 1825 como país libre, soberano e independiente y refundado como Estado Plurinacional de Bolivia el año 2009, lleva en sus espaldas una riqueza única de administración del Poder, que bien podríamos calificarla de deficiente, insuficiente y hasta absurda, en términos generales de la administración de la cosa pública, en su vida republicana.
Desde el año 2006 a la fecha, se ha constituido un nuevo modelo de administración gubernamental en el que se tiene un claro reflejo de las necesidades de nuestra población, el marginamiento de muchos, e iniciar una etapa social en beneficio de todos.
Las políticas sociales estan acompañadas por las políticas internacionales de derechos humanos, y las decisiones económicas internas que, dicho sea de paso, estan catalogadas como una de las mejores administraciones de la economía nacional e incluso latinoamericana, con bonanzas de todo tipo y beneficios sin igual; esto ha conducido a la toma de decisiones en un orden ampliamente favorables para las clases oprimidas, marginadas y ha permitido sobre llevar criticas, muchas veces destructivas, respecto al nuevo tipo de administración de Poder.
Desde una visión critica, los Liderazgos de hoy, sobre todo para quienes gobiernan en el País, estan absolutamente comprometidos con el cambio, un cambio de mentalidad, cambio de predisposición a hacer mejor las cosas, un cambio estructural en la sociedad, para que las nuevas generaciones luchen por el cambio de una realidad heredada, por un sueño de una realidad mejor y por supuesto comprometidos con la Historia descolonizada, como quienes tienen la oportunidad de hacer algo por y para los bolivianos.
Ciertamente, no se puede encubrir la existencia de algunas autoridades mediocres, angurrientos de poder, insensibles hacia el prójimo, influenciados por las prácticas de la vida republicana, cuyos actos y valores no guardan relación con el proceso de cambio que impulsa el Presidente Morales y su quipo del mas alto nivel ejecutivo, en la construcción del Estado Plurinacional, quien tiene que darse cuenta de aquellos, cuyo accionar ególatra, en algunos cargos, va en contra del proceso de cambio que el pueblo asimila, pero duda por lo que ve en la actitud en algunos actores que no muestran consecuencia del cambio por la actitud que mantienen en los cargos que ocupan, poniendo en riesgo la consolidación del proceso de cambio mismo y restan la credibilidad del pueblo en sus nuevos líderes y a identificar la diferencia con los angurrientos de siempre y que nunca faltan.
La única aclaración para fines del presente artículo es decir que …”A nadie habrá de herir lo que aquí digo pues ceñido a la verdad estoy, y quien se sienta ofendido o aludido es o será por tener cola por detrás …”.
Esperemos los bolivianos, que esta gran oportunidad que tienen los nuevos representantes electos en el Órgano Legislativo y Ejecutivo permita ver la realidad nacional como lo ven los grandes líderes de hoy, y lo que ello implica para las generaciones futuras, y ello posibilite que los vientos, energías e iniciativas sean ante todo una primera esperanza para que el cambio se consolide y ello pueda constituirse en el primer paso de las transformaciones de nuestra realidad nacional, como el primer indicador para creer sin dudar, en que es posible Vivir Bien y Mejor entre los bolivianos.
Finalizando, simplemente manifestar que para tener una Bolivia nueva, renovada, consolidada en torno al proceso de transformación e impulso a generaciones jóvenes y comprometidas con el presente y futuro del país, será un desafío en adelante que no se deberá claudicar jamás.
(*) Abogado- MBA- USACH-UPB, MD-UAH y Doctorante UC3
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