Por:Adriana Cossio Quevedo
La tabla de mortalidad y la esperanza de vida juegan un papel fundamental al momento de realizar el cálculo de la jubilación de las y los bolivianos, por lo que es muy importante conocer estos conceptos para una mejor comprensión.
La tabla de mortalidad (TM) presenta las probabilidades de muerte y de supervivencia de la población de un territorio o país dentro de un tiempo determinado. Para determinar estas probabilidades se recopila información del nivel de vida, la cultura, acceso a la salud, entre otras variables.
Entonces, la TM presenta la relación entre el número de personas que habitan en un determinado territorio y el número de personas que murieron dentro ese territorio, utilizando como periodo de tiempo un año calendario; es decir, que si de cada 1.000 personas cinco de ellas murieron en el transcurso de un año, la probabilidad de muerte es de cinco por 1.000.
En Bolivia, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2012, de 10.000 habitantes murieron 67 personas, y en el año 2017 murieron 59 personas, demostrando que en los últimos cinco años mejoraron las condiciones de vida al ver reducida la probabilidad de muerte, ya que en 2017 el número de muertes fue menor que en 2012.
Este resultado nos lleva a la conclusión que existe una mayor probabilidad de esperanza de vida, que es el otro concepto importante para entender el papel que juegan en la jubilación.
La esperanza de vida no es más que la cantidad de años que se espera que viva una persona a partir de una determinada edad, convirtiéndose en uno de los indicadores fundamentales de la Organización de Naciones Unidas para medir el desarrollo humano de los países.
En los países desarrollados, la esperanza de vida es mayor (alrededor de 77 años) que la de los países subdesarrollados. En África, por ejemplo, el promedio es de 49 años. Los países en guerra aumentan el porcentaje de muertos y, por lo tanto, se reduce el índice de esperanza de vida.
Si bien en Bolivia la esperanza de vida de un recién nacido es de 75,6 años, en el caso de las mujeres, y de 69,1 años, para los hombres, de acuerdo con datos de la gestión 2017 del INE, eso no implica que una persona que tiene 60 años tenga la misma esperanza de vida.
Para concluir la explicación de estos dos importantes conceptos es importante que conozcamos los siguientes datos en Bolivia que inciden en la jubilación de todos los bolivianos:
La TM utilizada para el cálculo de pensión de jubilación en Bolivia tiene un límite de 110 años de edad, esto no se debe a que la población sobreviva hasta esa edad, ya que, de acuerdo a la misma, la probabilidad de sobrevivir a esa edad es igual a cero; simplemente se debe a que existe la posibilidad de que una persona llegue a vivir más de 100 años y la tabla debe prever esos casos.
Por ejemplo, en México, Colombia y Chile se aplica el mismo límite de 110 años; en Brasil y Argentina el límite es de 115 años; mientras que en algunos países de Europa las TM aplicadas para las jubilaciones superan los 120 años.
Mediante la información proporcionada de la TM de Bolivia obtenemos que la esperanza de vida de una persona de 58 años de edad es en promedio 23 años más, resultando que esta persona viviría hasta los 81 años.
En la actualidad se tienen jubiladas 2.307 personas mayores de 80 años en el sistema integral de pensiones; de éstas 141 personas son mayores de 90 años, razón por la que es necesario mantener la tabla con el límite de 110 años; considerando, además, que la esperanza de vida en Bolivia se incrementó en los últimos años.
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