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sábado, 16 de noviembre de 2013

Tributación y desarrollo


Por: José F. Siñani Cárdenas 
Recientemente se efectuó una reunión entre el Sr. Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia y representantes del empresariado privado boliviano; en la cual se abordó, entre otros temas, aspectos relacionados con la contribución del sector productivo al Producto Interno Bruto (PIB) del país; y que a decir de la parte empresarial, estaría siendo afectada por el contrabando y exigencias ambientales e impositivas o la competencia desleal de productos chinos.

Con el ánimo de generar un debate constructivo, me permito citar algunos datos importantes referentes al aspecto tributario y su contribución al desarrollo económico, en referencia a los planteamientos efectuados por el sector empresarial.

En primer lugar, durante la gestión gubernamental actual se han dado señales claras de la firme posición frente a la lucha contra el contrabando. Es así que se endurecieron las penas contra este ilícito, asimismo, se elevaron a rango de ley incentivos a la denuncia de contrabando y mecanismos interinstitucionales de control y fuerza coactiva contra este mal en los que actúa la Aduana Nacional, Fuerzas Armadas, Policía Boliviana, así como otras entidades involucradas, generando mayor sensación de riesgo y control en las fronteras.

Por el lado de la facilitación de las operaciones de comercio exterior, se han implementado medidas para evitar que el proceso de importación sea engorroso, ya sea a través de los despachos anticipados, despacho sobre camión y el despacho directo.

Adicionalmente, frente a la importación de textiles de origen chino se ha establecido un Gravamen Arancelario de 40% para estos productos, protegiendo de esta forma la industria nacional.

En este sentido, se puede evidenciar que se han tomado las acciones pertinentes para atacar el delito de contrabando a través de la lucha frontal, el control y mecanismos ágiles de importación.

En cuanto al tema impositivo, cabe señalar que las principales cargas del sistema tributario boliviano se han mantenido estables en el tiempo. Asimismo, producto de la mayor dinámica económica en el país se ha generado un clima favorable para el establecimiento de empresas; dato contrastable con el crecimiento del número de contribuyentes que se ha duplicado desde 2005; al igual que el número de empresas en funcionamiento.

Precisamente, uno de los factores fundamentales para el repunte de la actividad económica boliviana ha sido la participación activa del Estado a través del gasto social y la inversión pública, que se nutre de las crecientes recaudaciones tributarias generando así un ciclo virtuoso, que ha permitido dinamizar la demanda interna, reducir la pobreza y en definitiva fortalecer el consumo para que las actividades empresariales privadas puedan generar réditos.

El hecho de pretender generar mecanismos que perforen el sistema tributario con el que se financian las políticas públicas, podría romper este ciclo que ha dado resultados favorables al país.

Recordar también que, para alcanzar el desarrollo económico, se deben aunar dos fuerzas, la inversión pública y la privada. Una vez más, el Estado ha dado señales claras en cuanto a su decisión de fortalecer el aparato productivo, prueba de ello es que el Presupuesto General del Estado prevé para 2014, Bs33.7 miles de millones en formación bruta de capital fijo, dando continuidad a las políticas de inversión estatal en infraestructura y la consolidación de empresas públicas, que dicho sea de paso, se desenvuelven dentro del mismo régimen tributario que las privadas.

Ahora es el momento para que el empresariado comprometido con el desarrollo del país presente muestras claras y contundentes de mejorar los niveles de inversión sin condicionamientos, porque “a largo plazo todos estaremos muertos” como diría el profesor Keynes.

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