Por: Omar A. Yujra Santos
Cuando revisaba mi cuenta de twitter en días pasados leía que el hashtag #DobleAguinaldo había sido generado 1,17 millones de veces entre el 20 y 21 de noviembre de la presente gestión. Sin lugar a dudas la promulgación del Decreto Supremo 1802 causó revuelo y las opiniones no se dejaron esperar el mismo día que el Presidente Morales lanzaba la medida, sobre todo en las redes sociales.
Como es de esperar, algunas de las opiniones se basaban en los rumores de políticos, empresarios y analistas que bajo una “observación” bastante escueta señalaban que el reconocimiento a las y los trabajadores del sector publico y privado generaría inflación, en consecuencia es pertinente esbozar algunos argumentos que muestran lo contrario.
Es por demás conocido que los ingresos que obtuvo el país entre 2006 y este año, producto de una apropiación del excedente, permitieron el incremento de la inversión pública, su redistribución en la población boliviana y la disminución de la pobreza, lo cual se convirtió en un circulo virtuoso que posibilita la generación de mayor producción y a la vez un incremento del ahorro.
La producción total de los bolivianos sobrepasará este año los USD29.221 millones, las Reservas Internacionales tiene un nivel equivalente al 51% del Producto Interno Bruto, la inversión creció exponencialmente (USD4.783 millones para este año y USD6.395 millones programado para el 2014, incluyendo las subsidiarias), conjuntamente la recaudación tributaria y las transferencias a las regiones (gobernaciones, municipios y universidades).
El ahorro de la gente a septiembre de este año llegó a los USD13.819 millones mayor en casi cuatro veces respecto lo registrado en 2005 (USD3.711 millones), el numero de depósitos esta cercana a los 7 millones, producto en parte por el incremento de las utilidades de las empresas que se aumentaron de USD992 millones en 2005 a cerca de USD4.111 millones hasta octubre de este año, entre otros indicadores.
En este entendido si bien el reconocimiento del doble aguinaldo “Esfuerzo por Bolivia”, incrementará la liquidez de la economía, no todos los recursos percibidos serán destinados al consumo sino que también serán ahorrados lo que representa en el mediano y largo plazo mayor inversión, debido al incremento de la propensión al ahorro.
Si bien durante los últimos años Bolivia mostró presiones inflacionarias, principalmente importada debido al incremento de los precios de los alimentos a nivel internacional y a nivel local por los efectos de la crisis climática (heladas y sequias entre otras) y también producto de algunos empresarios y comerciantes que entraron en el agio y la especulación, como en los años 2008, 2010 y 2012; estas fueron controladas.
Como se hace hasta la fecha, este control es realizado por el Banco Central de Bolivia a través de Operaciones de Mercado Abierto, entre otras, y también por el Ministerio de Economía y Finanzas Publicas a través de la subvención de alimentos y de hidrocarburos que son coordinadas con otras entidades, además de otras políticas para el fomento de la producción.
Por tanto el “Esfuerzo por Bolivia” debido a que está acompañada de un respaldo productivo, permitirá dinamizar la economía a través de mayor ahorro e inversión, y no generará una espiral inflacionaria como vaticinan algunos irresponsables especuladores.
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