Por: Leoncio Gonzales Selaru (*)
El 26 de marzo de 1991, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay suscribieron el Tratado de Asunción con el objetivo de crear el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Conforme el artículo 1º del Tratado de Asunción, tratado constitutivo del bloque, el Mercosur implica: la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países a través de la eliminación de los derechos aduaneros y restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías, el establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados, la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados partes (de comercio exterior, agrícola, industrial, fiscal, monetaria, cambiaria y de capitales, de servicios, aduanera, de transportes y comunicaciones y otras que se acuerden).
Conforme el artículo 1º del Tratado de Asunción, tratado constitutivo del bloque, el Mercosur implica: la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países a través de la eliminación de los derechos aduaneros y restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías, el establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados, la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados partes (de comercio exterior, agrícola, industrial, fiscal, monetaria, cambiaria y de capitales, de servicios, aduanera, de transportes y comunicaciones y otras que se acuerden).
Bolivia firmó en diciembre de 1996 el Acuerdo de Alcance Parcial de Complementación Económica No. 36 y entró en vigencia el 28 de febrero de 1997. Con la firma de este Acuerdo Bolivia adquirió la condición de Miembro asociado al Mercosur, condición que mantiene hasta ahora.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el saldo en la balanza comercial con el Mercosur fue deficitario hasta 2003, es decir que importábamos del Mercosur más de lo que exportábamos (déficit comercial de 86,5 millones de USD en el 2003). Sin embargo, desde el año 2004 la tendencia se revirtió y Bolivia pasó a tener un saldo comercial superavitario.
Este hecho se explica, sin duda alguna, por el incremento más que significativo de las exportaciones de gas natural boliviano al Brasil y Argentina, pasando de exportar 389,5 millones de USD en 2003 a 1.086,5 millones de USD en 2004. A fines de 2011 el valor de las exportaciones de gas natural a esos dos países llegó a 3.831,8 millones de USD.
Es decir que, desde 2004 hasta el año pasado, el incremento de las exportaciones gasíferas fue del 518,3%. Sin embargo, si hiciéramos a un lado las exportaciones de gas, históricamente tendríamos déficits comerciales persistentes; por ejemplo, los 1.560, 6 millones de USD de superávit comercial con el Mercosur en 2011 se convertirían en un déficit de 2.271,1 millones de USD para el mismo año.
Dependemos mucho de las exportaciones gasíferas, el desafío es diversificar las exportaciones no tradicionales (manufacturas por ejemplo). El valor de nuestras exportaciones no tradicionales al Mercosur se fue incrementando paulatinamente hasta llegar a la cifra récord de 242,5 millones de USD en 2008, pero producto de la crisis internacional que afectó a los países de este bloque esta cifra cayó a 96,2 millones de USD en 2009, repuntando el año pasado hasta alcanzar un valor de poco más de 115 millones de dólares americanos en exportaciones no tradicionales al Mercosur.
Sin embargo, hay que considerar los obstáculos de orden no arancelario: trabas sanitarias en frontera, caso de los palmitos en conserva, frejol, habas, ajos, etc; cobro de derechos variables de importación a las confecciones textiles, entre otros, que impiden el aumento de nuestras exportaciones no tradicionales hacia el Mercosur. En conclusión, se puede afirmar que no se está aprovechando un mercado importante que le podría beneficiar a nuestro país con la generación de más fuentes de empleo.
Este hecho se explica, sin duda alguna, por el incremento más que significativo de las exportaciones de gas natural boliviano al Brasil y Argentina, pasando de exportar 389,5 millones de USD en 2003 a 1.086,5 millones de USD en 2004. A fines de 2011 el valor de las exportaciones de gas natural a esos dos países llegó a 3.831,8 millones de USD.
Es decir que, desde 2004 hasta el año pasado, el incremento de las exportaciones gasíferas fue del 518,3%. Sin embargo, si hiciéramos a un lado las exportaciones de gas, históricamente tendríamos déficits comerciales persistentes; por ejemplo, los 1.560, 6 millones de USD de superávit comercial con el Mercosur en 2011 se convertirían en un déficit de 2.271,1 millones de USD para el mismo año.
Dependemos mucho de las exportaciones gasíferas, el desafío es diversificar las exportaciones no tradicionales (manufacturas por ejemplo). El valor de nuestras exportaciones no tradicionales al Mercosur se fue incrementando paulatinamente hasta llegar a la cifra récord de 242,5 millones de USD en 2008, pero producto de la crisis internacional que afectó a los países de este bloque esta cifra cayó a 96,2 millones de USD en 2009, repuntando el año pasado hasta alcanzar un valor de poco más de 115 millones de dólares americanos en exportaciones no tradicionales al Mercosur.
Sin embargo, hay que considerar los obstáculos de orden no arancelario: trabas sanitarias en frontera, caso de los palmitos en conserva, frejol, habas, ajos, etc; cobro de derechos variables de importación a las confecciones textiles, entre otros, que impiden el aumento de nuestras exportaciones no tradicionales hacia el Mercosur. En conclusión, se puede afirmar que no se está aprovechando un mercado importante que le podría beneficiar a nuestro país con la generación de más fuentes de empleo.
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