Por: Jorge Lizarraga (*)
En días pasados he tenido la oportunidad de leer
un artículo muy llamativo, interesante y
que no deja de ser fabuloso si acaso a muchos les interesaría conocer un poco más
acerca de la deuda de América Latina ayer y la Deuda de Europa hoy, escrito por
el Sr. Umberto Mazzei del instituto de relaciones económicas internacionales en
Ginebra y que poco a poco desenmascara la cruel realidad de quienes son los
verdaderos artífices de la crisis que hoy mundialmente se vive, “los bancos”
siendo así que la distorsión de la economía ha producido una perdida continua
del poder adquisitivo dada la sobreproducción de dinero, el resurgimiento del
imperialismo comercial ha sido generada dada la sobreproducción industrial y la
creciente hasta hoy imparables especulaciones y estafas internacionales producto
de la irrestricta circulación del capital (postulados y distorsiones que hizo
David Ricardo de las ideas de Adam Smith), agrava y complica cada vez más la
realidad en la que vivimos y hace sin lugar a dudas de que los resultados sobre
ello no solo afecten a los seres que habitamos este mundo terrenal, sino que
hace que los Estados en su amplia competencia o esencia de ser, sean quienes absorban
esas malas acciones ejercidas por los “banqueros” y deban ser quienes asuman
las deudas que por su irracional proceder ha dado o generado un nido de
especulaciones hasta hoy sin resolución.
Los altos índices de desocupación con el pretexto
de privatización de activos y ello conducir de manera indirecta pero apropósito
a la privatización de servicios públicos indispensables en manos de terceros
“privados” creando desocupación, miseria y hasta suicidios, hacen de que en definitiva
muchos puedan convencerse de que ante todo y por sobre todo los excedentes
siempre debieran estar ligados a la creación de políticas públicas que
beneficien en el largo plazo a la raza humana y no sean esos desequilibrios del
capital y su superavitariedad que hagan que pocos sean quienes ostenten riqueza
y pocos se beneficien de un vivir mejor y cuando los primeros caen en desgracia
sean los segundos que deban asumir las consecuencias, siendo así que para no
afectar a la generalidad deba ser el Estado el salvador. No debemos olvidar que
el dinero no es riqueza sino es simplemente un símbolo, “símbolo hoy por hoy que
en Bolivia se ha ido comprendiendo y administrado para la “cosa pública” según
nuestras necesidades imperantes” y que
de acuerdo al nuevo modelo económico en donde se contempla la economía plural y
está constituida por las formas de organización económica, comunitaria,
estatal, privada y social cooperativa, hace de que el dinero sea adecuadamente
apropiado a su concepto y principio básico de la economía.
La economía de Bolivia y gracias a las autoridades
anteriores, ha sido conocida internacionalmente por ser muy vulnerable a la
inestabilidad política y social, lo que hace que las proyecciones económicas de
los distintos organismos no siempre se puedan cumplir. Sin embargo, se puede
decir que, en términos generales hoy por hoy esa tendencia u opinión general ha
ido cambiando y las grandes inversiones son posibles y de excelentes
perspectivas, si pudieran ser enmarcadas dentro de un marco jurídico que las
estabilizara y blindara aun más. Siendo que para ello probablemente una reforma
constitucional benévola pero restrictiva, amplia pero fiscalizadora en torno a las
inversiones pueda coadyuvar a llamar la atención a inversionistas extranjeros o
empresas extranjeras en sectores económicos y su ingreso a nuestro país como
socios estratégicos más que competidores hambrientos e irracionales permitiría viabilizar
una paz social, tranquilidad laboral y optimismo general para vivir bien.
Es también fundamental para la economía, en
opinión personal y no experta, mantener cierta estabilidad de precios, y que si
bien es un patrimonio de todos los bolivianos, no es un fin en sí mismo, siendo
así que ésta debe contribuir a eliminar la pobreza, las desigualdades y lograr
un crecimiento económico sostenido manteniendo este aspecto en consonancia con términos
como producción-demanda-dinero. No debemos olvidar que en Bolivia se han creado
dos vertientes muy importantes del nuevo
modelo económico en Bolivia, ligados a: una Fuerte presencia directa del Estado en la economía,
a través de las empresas públicas y políticas económicas de control e
intervención del mercado, requiriéndose para tal efecto fuertes inversiones
públicas y una Intervención del Estado en sectores
estratégicos, esto ligado al Plan Nacional de Desarrollo donde
se delimita la intervención del Estado con una política de promoción de
inversiones y de la actividad productiva, lo cual sin lugar a dudas puede generar mayor espacio para el
desarrollo de la actividad privada campesina, comunitaria y empresarial, siendo
principalmente esta última actividad que debiera asumir un rol trascendental en
la economía y no desmarcarse de esa realidad emergente y necesaria.
En todo ello, y como hace siempre recuerdo el
Ministro Arce Catacora: …Bolivia apunta
a una economía diversificada", y a un modelo que sea "productivo y
competitivo" donde se redistribuyan los ingresos, exista aumento en la
demanda agregada, y se combine ese incremento de demanda, con mayor producción
y regulación a través de las políticas fiscales, monetarias y cambiarias..”,
siendo que si fuera como hasta ahora nuestra economía marcha, tendremos un aire
esperanzador para futuras generaciones, siempre y cuando valoremos un único
principio “el dinero no es riqueza sino
simplemente un símbolo” y su administración debe ser siempre guiada hacia la
luz del bienestar general, y para cuando los artífices de las crisis actuales
se den cuenta de sus errores malintencionados “los bancos” esa idealización del
dinero se transforme por el contrario en la idealización pero con resultados,
de la lucha contra el hambre, la miseria, el abandono, desempleo y la guerra.
(*) Abogado
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