Por: Octavio Machicao
En el artículo "Práctica II de macroeconomía”, publicado el 6 de septiembre de 2013, el expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB) Juan Antonio Morales salió en defensa del señor Gonzalo Chávez, señalando, entre otros aspectos, que no habrá desplazamiento financiero porque el sistema financiero nacional tiene mucha liquidez, y financiero nacional tiene mucha liquidez, y cuestionando la segunda emisión de bonos soberanos que llevó a cabo el Gobierno.
Debo confesar que me provocó una agradable sorpresa que el expresidente del BCB, en defensa al mencionado economista, haga alusión a mi artículo de opinión denominado " La Miopía de algunos anfibios pro-imperialistas”, razón por la cual debo señalar que el único objetivo de la publicación de mi artículo fue aclarar a la opinión pública que el señor Chávez, en su artículo "El arte de besar sapos imperialistas”, se equivocó al afirmar que la tasa de la segunda colocación de bonos soberanos fue de 6,5%.
Tal afirmación no podía pasar desapercibida; entonces, con el fin de corregir ese error y evitar malinterpretaciones entre los lectores, me vi en la obligación de escribir y precisar que la tasa cupón que el país pagará por concepto de la segunda emisión de los bonos soberanos es de 5,95%, mucho menor al que había señalado el señor Chavez (6,5%).
Por otra parte, considero que la respuesta que dio el Dr. Morales en alusión a mi artículo es acotada, al señalar que la emisión de deuda no generará el desplazamiento financiero ya que existe excedente de encaje.
La respuesta funcionaría solamente en el supuesto de que el BCB otorgue un préstamo directamente al Tesoro General de la Nación, tal como se acostumbraba hacer anteriormente con los créditos de liquidez que se caracterizaban por ser de muy corto plazo y con elevadas tasas de interés para financiar los déficits fiscales, y no se aplica en el caso de que el endeudamiento sea a través del mercado financiero, ya que el Gobierno competiría con el sector privado para captar el ahorro existente en el sistema bancario, por lo que no comparto la respuesta acotada a la práctica II de macroeconomía planteada por nuestro expresidente del BCB para el caso boliviano.
Adicionalmente, el Dr. Morales, seguramente analizando bajo un escenario en el cual la economía boliviana era dolarizada y con una alta vulnerabilidad de las finanzas públicas que conllevaron a recurrentes déficits fiscales, se preguntó ¿para qué se está prestando dinero el Gobierno? Al respecto, debo ilustrar al amable lector que en la macroeconomía actual no solamente se acude al endeudamiento público para financiar déficits fiscales, hoy por hoy un Gobierno también se endeuda para amortizar su deuda anterior, para recomprar los títulos valores que están en el mercado, y para la acumulación de activos con fines precautorios, para financiar el gasto en proyectos de inversión.
Bajo estas nuevas formas de endeudamiento, además de consolidar a nivel mundial la economía boliviana para atraer nuevo capital internacional, el Gobierno nacional habría tomado la decisión de realizar la segunda emisión de bonos soberanos para garantizar el nuevo financiamiento de proyectos de inversión en infraestructura, según señaló el propio Gobierno.
Dicha emisión obtuvo condiciones financieras favorables, a pesar de un contexto en el que los inversores internacionales en vez de invertir empezaron a repatriar su dinero que tenían invertidos en países emergentes y en desarrollo, lo que supone el inicio del fin de la era del dinero barato, acompañada por la tendencia al alza de las tasas de interés a nivel mundial.
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