Por: Omar A. Yujra Santos
Alguna vez escuché hablar que la vida te presenta sorpresas, a veces estas son entendidas como burlas finas y disimuladas del día a día, como alguien diría: ironías de la vida.
Acertadamente Galeano citaba en la Escuela del Mundo al Revés: “Hoy en día, ya la gente no respeta nada. Antes poníamos en un pedestal la virtud, el honor, la verdad y la ley… La corrupción campea en la vida americana de nuestros días. Donde no se obedece otra ley, la corrupción es la única ley. La corrupción está minando este país. La virtud, el honor y la ley se han esfumado de nuestras vidas”, una declaración de Al Capone publicada en la revista Liberty en 1931, días antes que lo arrestaran. ¿Irónico verdad?
En la economía pasa algo similar, los “expertos” de siempre hoy hablan sobre lo que se hace y se debe hacer, olvidando que en otrora cuando formaban parte de gobiernos de corte conservador se aplazaron rotundamente. Cuando pregonaban y se seguían al pie de la letra fórmulas externas, los mismos Organismos Internacionales (OOII) de donde provenían las recetas milagrosas criticaban los malos resultados de entonces.
Irónicamente hoy con profesionales bolivianos sin la “trayectoria” de los expertos, con profundas diferencias con los OOII en la forma de hacer política económica, se obtienen mejores resultados y son ellos los primeros en reconocer los logros alcanzados.
El Fondo Monetario Internacional en abril de 2005 decía: “…la tendencia de crecimiento no mejoró…y la pobreza sigue siendo muy alta…el crecimiento promedio del ingreso per cápita fue negativo, la situación fiscal se deshizo, y la deuda aumentó de forma pronunciada…”.
En cambio en febrero de este año mencionaba: “Un buen desempeño macroeconómico y la aplicación de políticas sociales activas…contribuyeron a que Bolivia prácticamente triplicara el ingreso per cápita y redujera la pobreza”. “Se espera que se continúe con una orientación fiscal expansiva, con importantes proyectos de inversión en marcha para industrializar el sector de recursos naturales”.
Por su parte el Banco Mundial manifestaba: “Entre 1998 y 2005 Bolivia ha experimentado un ciclo de fuerte desaceleración de su crecimiento”. “Históricamente, es notable la persistencia del desequilibrio fiscal en Bolivia, siempre los niveles de déficit publico boliviano se han ubicado entre los más elevados de las economías latinoamericanas”. “Los niveles de endeudamiento público han aumentado fuertemente entre 1998 y 2003, pasando de 62% a 83% del PIB”.
Contrariamente en abril de esta gestión expresaba: “…política macroeconómica prudente…la deuda publica disminuyó del 94% del PIB en 2003 a menos del 40% en 2013…”. “El buen contexto económico permitió que la pobreza moderada se reduzca del 63% en 2002 al 45% en 2011, mientras que el Índice Gini de desigualdad cayó del 0.60 a 0.46 en el mismo periodo. Estos extraordinarios resultados se deben a que los segmentos más pobres de la población se han beneficiado en mayor medida de la bonanza económica…”.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), también elogiaron los resultados obtenidos en Bolivia en materia económica y social.
Queda claro que como en la vida cotidiana, en materia económica también existen ironías, paradojas y demás condimentos, puesto que las acciones y resultados obtenidos en estos años se contrastan con las del pasado, incluyendo la forma en que pretéritos expertos ortodoxos siguiendo recetas foráneas se aplazaron.
http://www.laprensa.com.bo/diario/opiniones/columnistas/20141106/ironias-de-la-economia_62182_102927.html
http://www.opinion.com.bo/opinion/articulos/2014/1107/noticias.php?id=144378
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