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sábado, 31 de agosto de 2013

La miopía de algunos anfibios pro-imperialistas


Por: Octavio Machicao
El artículo “El arte de besar sapos imperialistas”, hace alusión a la segunda emisión de bonos soberanos en el mercado financiero internacional, cuestionando la decisión de optar por esta fuente de financiamiento, cuando existe ahorro público y privado suficiente para encarar las necesidades de financiamiento de la economía boliviana, además hace una analogía equivocada de países africanos subsaharianos con Bolivia citando al premio nobel Joseph Stiglitz.

De entrada, y sin ningún reparo, el artículo citado hace referencia a datos equivocados sobre las condiciones financieras de la segunda emisión de los bonos soberanos, desinformando a los lectores al señalar que la tasa de estos bonos fue de 6.5%, probablemente por la falta de capacidad para diferenciar entre una tasa cupón y rendimiento de los bonos. Este craso error no puede pasar desapercibido, y para evitar futuras malinterpretaciones, o debiera decir malintencionadas aseveraciones, me veo en la obligación de aclarar a la opinión pública que la tasa cupón que el país pagará por concepto de la deuda contraída en la segunda emisión de los bonos soberanos es de 5,95%, un poco más del 1% respecto a la primera emisión, atribuible a la volatilidad del mercado.

Por otra parte en su artículo, el señor Chávez en su intento de criticar la emisión de los bonos soberanos realiza un análisis superficial al omitir el contexto económico y financiero internacional, sin embargo el propio profesor de la Universidad de Columbia y Premio Nobel de economía Joseph Stiglitz señala, que los tipos de interés alcanzaron a niveles mínimos. En este contexto Bolivia aprovechó este escenario de tasas de interés bajas a nivel mundial para realizar la emisión de bonos, que tras los signos de recuperación que actualmente están mostrando las economías desarrolladas, la tendencia de las tasas de interés a nivel mundial son al alza, a niveles similares antes de la crisis.

Llama la atención que un profesor de macroeconomía, como el señor Chávez concluya apresuradamente que se debería utilizar el ahorro bancario privado para encarar las necesidades de financiamiento para proyectos estratégicos del sector público, toda vez que la decisión de tomar estos recursos conduciría a un efecto negativo en la economía generando desequilibrios macroeconómicos, puesto que el gobierno estaría compitiendo con el sector privado por captar el ahorro, de seguir esta recomendación se generaría una reducción en la capacidad de inversión de las empresas privadas y desplazaría al sector privado; este fenómeno es conocido en la literatura macroeconómica como efecto “crowding out” o “expulsión”.

El señor Chávez, fiel a la torpeza y miopía de algunos anfibios pro imperialistas, en su artículo intenta forzar el verdadero análisis del profesor Joseph Stiglitz, al realizar una analogía con los países africanos, sin tomar en cuenta que la economía boliviana presenta una situación diferente. Una muestra de ello es que Bolivia dejó de ser el país más pobre de Sudamérica, y que en 2010 pasó a ser un país de ingresos bajos, situándose entre los países con menor nivel de deuda de la región y el mundo representando solo alrededor del 30% de su PIB, por lo que no significa un riesgo para el país acceder a los mercados financieros internacionales y captar recursos para el financiamiento de proyectos estratégicos.

Finalmente, en algo que coincido con el autor, es que una de las razones que llevó al gobierno a emitir estos bonos, es para obtener más inversiones externas y diversificar las fuentes de financiamiento.

2 comentarios:

  1. Respuesta de JA Morales en la pagina 16:
    http://paginasiete.info/web/20130906/edicion/files/20130906edi.pdf

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    1. Estimado Alberto muchas gracias por el enlace.
      Saludos

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