Por: Jose F. Siñani Cardenas
Recientemente se publicó el documento Estadísticas Tributarias de América Latina, informe en el cual se exhiben las cifras de recaudación impositiva bajo la metodología armonizada elaborada por la OCDE, CEPAL y el CIAT. En esta publicación se hace referencia al incremento de las recaudaciones tributarias de manera sostenida en la región, reflejando una mejora en los sistemas tributarios en los países de la región.
Recientemente se publicó el documento Estadísticas Tributarias de América Latina, informe en el cual se exhiben las cifras de recaudación impositiva bajo la metodología armonizada elaborada por la OCDE, CEPAL y el CIAT. En esta publicación se hace referencia al incremento de las recaudaciones tributarias de manera sostenida en la región, reflejando una mejora en los sistemas tributarios en los países de la región.
No obstante, se debe resaltar el hecho de que, según la publicación, los ingresos tributarios de Bolivia alcanzaron a un 26,0% del Producto Interno Bruto (PIB), ocupando el cuarto lugar en comparación con otros países de América Latina y el Caribe (ALC), pisando los talones a Uruguay (26,3%), que recientemente tuvo una reforma fiscal, encima de países con una larga "tradición” en cuanto a impuestos, como Chile, Colombia o Perú, o de economías más grandes, como México (19,6%).
Más sorprendente aún es que Bolivia presenta el mayor crecimiento de la región en cuanto a recaudación sobre PIB desde la gestión 1990, un 262%, cuando la media de crecimiento de la región ALC fue de 53%.
El indicador de recaudación tributaria como porcentaje del PIB refleja la capacidad que tiene el Estado de generar recursos de la actividad económica, que se genera al interior del país. En la medida en que esta cifra se incremente, el Estado podrá cumplir de mejor forma con sus obligaciones y atribuciones.
El crecimiento de la recaudación tributaria no es un hecho aislado, sino que va ligado a los principios del nuevo modelo económico y la mayor participación del Estado en la economía. En este sentido, se busca la captura de excedentes económicos para su posterior redistribución.
De esta forma, el modelo planteó un círculo virtuoso a través del cual todos los recursos públicos inyectados a la economía, a través de la inversión productiva y social, generaron una mejora en la dinámica económica interna, repercutiendo de esa forma en una clima favorable para emprendimientos empresariales que, a su vez, tributan al Estado, financiando y dando sostenibilidad al gasto público social y de inversión, lo que genera la sostenibilidad en el crecimiento del producto.
Este mecanismo ha dado frutos importantes al país, debido a que, a través de las políticas públicas financiadas con los crecientes ingresos tributarios, se ha logrado significativos descensos en la pobreza, brecha de desigualdad de la distribución del ingreso y tasa de desempleo.
Una vez más, un organismo internacional califica de positivo el desempeño de la economía boliviana en los últimos ocho años. Esta vez resaltando la importancia de los ingresos tributarios y una medalla de bronce en cuanto al crecimiento de los ingresos tributarios como porcentaje del PIB.
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