Por: Gustavo Durán Valenzuela
Pasaron alrededor de 29 años cuando en Palacio de Gobierno se escuchó una frase que marcó un hito histórico para nuestro país, “Bolivia se nos muere”, en ese entonces nuestro país atravesaba una de las peores crisis de toda su historia, donde la economía estaba totalmente fuera de control, la hiperinflación amenazaba llegar al 25.000%, el aparato productivo estaba desmoronado y el poder adquisitivo de la población en su punto más bajo.
Pasaron alrededor de 29 años cuando en Palacio de Gobierno se escuchó una frase que marcó un hito histórico para nuestro país, “Bolivia se nos muere”, en ese entonces nuestro país atravesaba una de las peores crisis de toda su historia, donde la economía estaba totalmente fuera de control, la hiperinflación amenazaba llegar al 25.000%, el aparato productivo estaba desmoronado y el poder adquisitivo de la población en su punto más bajo.
En 1993, Bolivia aún en manos “neoliberales” estuvo enmarcada por más promesas que señalaban: “los bolivianos viviremos un tiempo de cambio”, los resultados demostraron que no hubieron tales promesas para las y los bolivianos, la economía en ese entonces estaba caracterizada por beneficiar a unos cuantos.