El artículo “El arte de besar sapos imperialistas”, hace alusión a la segunda emisión de bonos soberanos en el mercado financiero internacional, cuestionando la decisión de optar por esta fuente de financiamiento, cuando existe ahorro público y privado suficiente para encarar las necesidades de financiamiento de la economía boliviana, además hace una analogía equivocada de países africanos subsaharianos con Bolivia citando al premio nobel Joseph Stiglitz.
De entrada, y sin ningún reparo, el artículo citado hace referencia a datos equivocados sobre las condiciones financieras de la segunda emisión de los bonos soberanos, desinformando a los lectores al señalar que la tasa de estos bonos fue de 6.5%, probablemente por la falta de capacidad para diferenciar entre una tasa cupón y rendimiento de los bonos. Este craso error no puede pasar desapercibido, y para evitar futuras malinterpretaciones, o debiera decir malintencionadas aseveraciones, me veo en la obligación de aclarar a la opinión pública que la tasa cupón que el país pagará por concepto de la deuda contraída en la segunda emisión de los bonos soberanos es de 5,95%, un poco más del 1% respecto a la primera emisión, atribuible a la volatilidad del mercado.
De entrada, y sin ningún reparo, el artículo citado hace referencia a datos equivocados sobre las condiciones financieras de la segunda emisión de los bonos soberanos, desinformando a los lectores al señalar que la tasa de estos bonos fue de 6.5%, probablemente por la falta de capacidad para diferenciar entre una tasa cupón y rendimiento de los bonos. Este craso error no puede pasar desapercibido, y para evitar futuras malinterpretaciones, o debiera decir malintencionadas aseveraciones, me veo en la obligación de aclarar a la opinión pública que la tasa cupón que el país pagará por concepto de la deuda contraída en la segunda emisión de los bonos soberanos es de 5,95%, un poco más del 1% respecto a la primera emisión, atribuible a la volatilidad del mercado.