Por: Omar A. Yujra Santos
Hace unas semanas atrás, específicamente el 23/04/2013 la CEPAL y 17/04/2013 el FMI, publicaron que la economía boliviana se encuentra entre los países con mayor crecimiento de la región. Sin duda el elogio es buena señal para cualquier país en el mundo; para los no entendidos en la materia significa que si bien no todo es color de rosa en el país, algo se está haciendo bien.
Para entender un poco mi afirmación es importante realizar algunas comparaciones con países vecinos, en relación a algunos indicadores económicos.
Hace unas semanas atrás, específicamente el 23/04/2013 la CEPAL y 17/04/2013 el FMI, publicaron que la economía boliviana se encuentra entre los países con mayor crecimiento de la región. Sin duda el elogio es buena señal para cualquier país en el mundo; para los no entendidos en la materia significa que si bien no todo es color de rosa en el país, algo se está haciendo bien.
Para entender un poco mi afirmación es importante realizar algunas comparaciones con países vecinos, en relación a algunos indicadores económicos.
En la última década varias economías de América Latina tuvieron un repunte y a su vez algunas de ellas atraviesan por Gobiernos y políticas socialistas, bajo una lógica de alternativa a los escasos resultados obtenidos en materia económica y social, durante gobiernos de corte más conservador en los 80s y 90s, que se llegó a denominar la década perdida, término que describe la crisis económica por la que atravesaban varios países del Continente, por la gran cantidad de deuda externa, abultados déficits fiscales, tasas de inflación elevadas y tipos de cambio volátiles.
Si bien los Gobiernos de izquierda del Cono Sur vienen aplicando políticas de igualdad social, no todos ellos consiguieron los mismos resultados en materia económica. Entre esos países se encuentran Argentina, Bolivia y Venezuela que son similares en ideología pero diferentes en sus resultados económicos.
Argentina y Venezuela cerraron el 2012 con déficit fiscales, además de presentar otros problemas como un descontrol de su inflación y el tipo de cambio de sus monedas.
En Bolivia, parece que sucede todo lo contrario, puesto que además de mantener un crecimiento estable, también presenta un resultado positivo, superávit fiscal a nivel del Sector Público No Financiero (SPNF) y del TGN, el tipo de cambio y la inflación están controlados a pesar de algunos intentos de evitar esta situación, como los comerciantes que especularon con los precios de alimentos, en 2010 con el azúcar y en los últimos meses con el arroz, y de algunos políticos con el sistema financiero y la bolivianización.
En el primer trimestre de esta gestión Argentina creció al 2,7%, Venezuela 0,7%, en cambio el producto de Bolivia se expandió en 6%.
Hasta abril de 2013, según las fuentes oficiales, la inflación acumulada en Argentina alcanzó 3,1%, en Venezuela 12,5% en tanto que en Bolivia se encuentra por el 1,6%.
En relación al tipo de cambio, Argentina continúa depreciando su moneda, hecho que ha provocado que países vecinos como Paraguay y Uruguay tomen medidas para que no les afecte esta situación. Venezuela, durante los primeros meses de este año aplicó devaluaciones al bolívar, aunque existe la probabilidad de que esta medida profundice el problema de la inflación en ese país.
Esto muestra como tener un común denominador político, no siempre implica obtener los mismos resultados económicos. La misma afirmación puede aplicarse también a otras economías, como Ecuador y Uruguay, que si bien comparten la misma ideología, en mayor o menor magnitud, están obteniendo resultados relativamente exitosos, a diferencia de Argentina y Venezuela.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, ingrese sus comentarios sobre el artículo aquí: