Por: Katherine Hinojosa
Recientemente el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP) estableció una escala de precios para el transporte público. Sensiblemente el haber utilizado un enfoque “administrativo” en lugar de basarse en criterios económicos traerá varios problemas, como detallo a continuación.
La norma emitida establece para buses y micros un pasaje de Bs1 en el “tramo corto” – esto es el centro de la ciudad – y Bs1,80 en tramos largos, esto es cuando se requiera transporte entre laderas y a la zona sur. Los minibuses y “carrys” deberán cobrar Bs1,50 en el tramo corto y Bs2,40 en el largo.
La norma emitida establece para buses y micros un pasaje de Bs1 en el “tramo corto” – esto es el centro de la ciudad – y Bs1,80 en tramos largos, esto es cuando se requiera transporte entre laderas y a la zona sur. Los minibuses y “carrys” deberán cobrar Bs1,50 en el tramo corto y Bs2,40 en el largo.
En el caso de los “tramos largos nocturnos” la norma establece que el precio del pasaje en minibús llega a Bs3.
Lo que pretende la norma municipal es segmentar el mercado. Empero, lo hace a contrapelo del funcionamiento actual. Esto es muy simple de entender. Hasta hace poco el transporte público se encontraba segmentado en tramos cortos (Bs1,50) y largos (Bs2,30). Si bien las tarifas podían variar (por ejemplo en horarios pico), dicha situación era excepcional.
Al introducir una nueva escala los oferentes (propietarios de los vehículos) buscarán el mayor precio en la hora de mayor demanda. De ahí que la tarifa más común será la de Bs2,40 o la de Bs3. Eso se llama “marcar precios”. Para el caso de La Paz lo que el Gobierno Municipal ha hecho es precisamente eso: Marcó un precio y será difícil que los transportistas lo abandonen. Con el tiempo se pasará a una nueva estructura tarifaria que castigará severamente a los usuarios.
Que esto ocurra así se debe a que la estructura del mercado de transporte público en La Paz muestra una demanda mayor a la oferta en las horas pico, esta es la verdadera razón por la que los transportistas insisten en subir las tarifas. Lo que ha hecho el GAMLP es abrir las puertas a esto. Por tal motivo, lo mejor era que la autoridad municipal se avoque al congelamiento de precios.
Lo señalado tendrá consecuencias desastrosas para la inflación en el país. Esto lo saben muy bien los oferentes pues ya adelantaron sus predicciones. A febrero de 2013 la tasa de inflación llegó a 1,32%. Extrapolando esta tendencia se puede observar que la inflación anual fácilmente superará el 6% con lo que la meta anual del Gobierno será sobrepasada. No debe olvidarse que el efecto del incremento de precios de transporte se multiplica. La triste experiencia del “gasolinazo” de algunos años atrás así lo demuestra.
Se puede pensar que este es un hecho aislado y sólo afectará a la hoyada paceña, sin embargo no se debe olvidar que los mercados responden a lo que se llama “efecto manada”. Esto es que si en una ciudad se incrementan las tarifas el resto lo hará en poco tiempo.
Es curioso que un hecho en apariencia con muy buena intención termine por perjudicar a la población. Como dice el adagio: “el camino al desastre está empedrado de buenas intenciones”.
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