Por: Omar A. Yujra Santos
Cuando se discuten temas como el incremento salarial, el Gobierno sostiene que se otorgará un aumento por encima de la tasa de inflación a modo de favorecer a los trabajadores con un incremento real y no solamente por la reposición del poder adquisitivo como ha señalado alguna institución, es importante conocer a profundidad sí la metodología actual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) es un indicador confiable.
El IPC es el indicador más usado para la medición y análisis de la inflación, y su precisión dependerá principalmente de: a) representatividad, b) actualización de las fuentes de datos, c) ampliación de la cobertura y d) las innovaciones del método de cálculo.
Cuando se discuten temas como el incremento salarial, el Gobierno sostiene que se otorgará un aumento por encima de la tasa de inflación a modo de favorecer a los trabajadores con un incremento real y no solamente por la reposición del poder adquisitivo como ha señalado alguna institución, es importante conocer a profundidad sí la metodología actual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) es un indicador confiable.
El IPC es el indicador más usado para la medición y análisis de la inflación, y su precisión dependerá principalmente de: a) representatividad, b) actualización de las fuentes de datos, c) ampliación de la cobertura y d) las innovaciones del método de cálculo.
Para comprender lo anterior es necesario realizar algunas comparaciones entre el IPC con base en 1991 y, el que se maneja actualmente, con base en 2007.
Por ejemplo, sabía usted que con la metodología de 1991 se tomaban en cuenta únicamente a las ciudades del eje troncal La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y El Alto (4 ciudades), en cambio con la metodología 2007 la cobertura alcanza a las nueves ciudades capitales de departamento más la ciudad de El Alto (en total 10 ciudades).
El número de productos seleccionados para la canasta básica de consumo con base en 1991 alcanzaba 332 y para el 2007 se incrementó a 364 (32 productos adicionales). Esta selección incorpora los cambios en los hábitos y preferencias de consumo de la población, producto de diferentes factores como: avance tecnológico, económico, comercial, de gustos, y otras condiciones que determinan las decisiones de gasto y ahorro que tiene la población.
La muestra de establecimientos informantes para el monitoreo de los precios se amplió de 8.458 a 22.453 (más de 2 veces). Las cotizaciones que se realizan por ciudad ascienden en total a 43.698 cuando antes sólo alcanzaban a 16.916 valoraciones que se realizan en forma diaria de lunes a sábado. Asimismo, la población de referencia en 1991 eran 6.093 hogares y ahora es 9.770 hogares, un incremento del 60%, según el Instituto Nacional de Estadística.
Con relación a la ponderación de los productos, sobre todo alimentos, Bolivia se encuentra entre los países de la región que da una mayor ponderación a dicho rubro. En efecto, nuestro país pondera los alimentos con 39,3%, le siguen Perú con 38,1%, Uruguay 38%, Ecuador 32,7%, Argentina 31,3%, Venezuela 30,6%, Colombia 28,2%, Chile 25,3% y Brasil 22,1%; esto muestra que es consistente con estándares internacionales, incluso comparada con economías de similar ingreso promedio, como lo señala el Banco Central de Bolivia.
Por tanto un análisis mesurado del IPC muestra que la metodología con base en 2007, tiene sustanciales mejoras con relación a 1991, que coadyuvan a un cálculo de la inflación mas preciso, representativo y efectivamente confiable; sin embargo, lastimosamente algunas instituciones no las incluyen en sus “análisis”.
(*) El autor es Economista
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