Por: Gustavo Durán (*)
La crisis mundial apunta a una mayor profundización y son pocas las voces que indican que pueda presentarse una salida rápida. En situaciones así “el dinero huye”, pues se acomoda en aquellos lugares que puedan brindar situaciones más seguras. Europa y Estados Unidos han dejado de ser sitios atractivos para las inversiones. El euro (la emblemática moneda símbolo de la unión) está cerca al derrumbe, lo propio ocurre con el dólar, pues para salvar su economía el Gobierno norteamericano ha optado por el dudoso expediente de la devaluación que, como es sabido, anuncia el descenso de la demanda agregada y, por ende, el aumento del desempleo, única manera de reducir salarios, que es la condición necesaria para iniciar la fase ascendente.
Los inversionistas, los tenedores de bonos, en suma la gente que cuenta con algo de dinero luce histérica. Llega al extremo de ni siquiera saber en cuál moneda mantener su fortuna, pues hay un riesgo latente de una “guerra de devaluaciones”. El oro tampoco se presenta como un activo estable. Las oscilaciones en su precio no muestran un panorama alentador. El mundo está ansioso por contar con monedas estables.
Una de ellas puede ser el Boliviano. En efecto, la moneda nacional se ha mantenido estable los últimos seis años. Aunque ha presentado revaluaciones importantes, éstas han contribuido a una mayor fortaleza. Si bien actualmente existen problemas en los países vecinos, considero que ha sido adecuado mantener el tipo de cambio estable en un escenario de alta volatilidad mundial. A ello ha contribuido de sobremanera una macroeconomía sólida.
El resultado de un manejo adecuado de la economía boliviana fue reconocido el pasado viernes 18 de mayo cuando Standard & Poor´s (S&P) publicó la calificación de riesgo, situando a Bolivia en un posición mucho mejor a la obtenida en la gestión 2003 (B-) y a la obtenido en 2010 (B+).
En mayo de 2012 (S&P) ubica a Bolivia con una calificación de riesgo (BB-), éste, sin duda, es un hito histórico para la economía de Bolivia, este resultado es producto de que en los últimos cinco años se redujo el nivel de deuda externa a 15% respecto del Producto Interno Bruto (PIB), la capacidad de ahorro interno que se tradujo en un incremento de las Reservas Internacionales Netas (RIN) de 1.700 millones de dólares en 2005 a más de 12.000 millones en 2012, además que se obtuvieron mejores ingresos fiscales, una de las políticas que ayudó a conseguir este resultado fue la bolivianización que consiguió que el 64% de los depósitos y el 71% de créditos del sistema financiero local estén en moneda nacional en 2011.
Esta calificación, sin duda, mejora la imagen de nuestro país, haciendo del mismo uno más atractivo para inversionistas (la Inversión Extranjera Directa en el país se incrementó en 28% respecto al monto reportado en 2010. La inversión privada extranjera pasó de 672 millones de dólares a 859 millones, esta calificación es una oportunidad para acceder al mercado internacional y captar recursos para destinarlos a diferentes actividades en sectores estratégicos, como por ejemplo minería, hidrocarburos, seguridad alimentaria, entre otros. Emprendimientos que contribuirán a mejorar la calidad de vida de los bolivianos.
(S&P) es una agencia internacional calificadora de riesgo que no tiene relación con gobiernos ni instituciones financieras extranjeras, tampoco guarda relación con el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia.
Los inversionistas, los tenedores de bonos, en suma la gente que cuenta con algo de dinero luce histérica. Llega al extremo de ni siquiera saber en cuál moneda mantener su fortuna, pues hay un riesgo latente de una “guerra de devaluaciones”. El oro tampoco se presenta como un activo estable. Las oscilaciones en su precio no muestran un panorama alentador. El mundo está ansioso por contar con monedas estables.
Una de ellas puede ser el Boliviano. En efecto, la moneda nacional se ha mantenido estable los últimos seis años. Aunque ha presentado revaluaciones importantes, éstas han contribuido a una mayor fortaleza. Si bien actualmente existen problemas en los países vecinos, considero que ha sido adecuado mantener el tipo de cambio estable en un escenario de alta volatilidad mundial. A ello ha contribuido de sobremanera una macroeconomía sólida.
El resultado de un manejo adecuado de la economía boliviana fue reconocido el pasado viernes 18 de mayo cuando Standard & Poor´s (S&P) publicó la calificación de riesgo, situando a Bolivia en un posición mucho mejor a la obtenida en la gestión 2003 (B-) y a la obtenido en 2010 (B+).
En mayo de 2012 (S&P) ubica a Bolivia con una calificación de riesgo (BB-), éste, sin duda, es un hito histórico para la economía de Bolivia, este resultado es producto de que en los últimos cinco años se redujo el nivel de deuda externa a 15% respecto del Producto Interno Bruto (PIB), la capacidad de ahorro interno que se tradujo en un incremento de las Reservas Internacionales Netas (RIN) de 1.700 millones de dólares en 2005 a más de 12.000 millones en 2012, además que se obtuvieron mejores ingresos fiscales, una de las políticas que ayudó a conseguir este resultado fue la bolivianización que consiguió que el 64% de los depósitos y el 71% de créditos del sistema financiero local estén en moneda nacional en 2011.
Esta calificación, sin duda, mejora la imagen de nuestro país, haciendo del mismo uno más atractivo para inversionistas (la Inversión Extranjera Directa en el país se incrementó en 28% respecto al monto reportado en 2010. La inversión privada extranjera pasó de 672 millones de dólares a 859 millones, esta calificación es una oportunidad para acceder al mercado internacional y captar recursos para destinarlos a diferentes actividades en sectores estratégicos, como por ejemplo minería, hidrocarburos, seguridad alimentaria, entre otros. Emprendimientos que contribuirán a mejorar la calidad de vida de los bolivianos.
(S&P) es una agencia internacional calificadora de riesgo que no tiene relación con gobiernos ni instituciones financieras extranjeras, tampoco guarda relación con el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia.
Haciendo una comparación de la economía de Bolivia respecto a otros países, se puede señalar que ésta se encuentra por encima de economías de países vecinos como Venezuela, Argentina y Ecuador, se encuentra al mismo nivel de Paraguay y El Salvador y acercándose a Uruguay y Perú.
A lo largo del siglo XXI los países que atraerán inversiones serán los que cuenten con monedas fuertes. Esta sencilla regla encuentra a Bolivia en una posición inmejorable. Resta sacarle el mejor provecho.
A lo largo del siglo XXI los países que atraerán inversiones serán los que cuenten con monedas fuertes. Esta sencilla regla encuentra a Bolivia en una posición inmejorable. Resta sacarle el mejor provecho.
(*) Es Administrador de Empresas
Publicado en Página Siete el 11/06/2012
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