La inclusión financiera es un concepto referido a la otorgación de acceso y posibilidades de uso de servicios financieros a quienes por diversas razones se encuentran marginados de ellos. Una de las causas que origina este hecho es la existencia de áreas geográficas donde las entidades financieras no están presentes y sus habitantes se encuentran desvinculados de sus servicios.
El no tener acceso a servicios financieros, es un factor que limita el desarrollo económico de la población y consecuentemente, en muchas situaciones, un obstáculo para salir de la pobreza.
Por el contrario, cuando las personas acceden a servicios financieros y abren cuentas de ahorro, este hecho suele constituir un primer paso para que las personas empleen posteriormente otros servicios que estimulan su actividad económica, entre ellos, créditos, tarjetas, banca electrónica, boletas de garantía, operaciones de comercio exterior, cuentas para recibir y efectuar pagos, etc., mismos que facilitan las actividades financieras de las personas.
Revisando algunas cifras de cobertura de servicios financieros en Bolivia, se advierte que en el año 2007 el 75% de los municipios no contaban con acceso a estos servicios; existían únicamente 1.673 Puntos de Atención Financiera (PAF) -espacio físico para realizar operaciones financieras- (261 en áreas rurales y 1.412 en zonas urbanas) y seis departamentos registraban un total de 352 (PAF).