Traductor

lunes, 21 de mayo de 2018

Don’t cry for me, Argentina

Por: Miguel A. Marañon
It won’t be easy, you’ll think it strange, when I try to explain how …, la mayoría de la población no entiende ni comprende la letra de esta canción y las traducciones realizadas no siempre expresan lo que quiso decir el autor.

Lo mismo pasa con las “recetas” que diseñan para América Latina el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, la población no lo entiende y no le gusta dichas medidas, como explicarle a un jubilado argentino que es necesario disminuir su renta para reducir el déficit y de esta manera en un futuro próximo mejorar su situación económica y la del país.

Como convencer a los trabajadores y sus familias que con la administración de empresarios privados, la facturación de la luz, el agua, el gas y otros servicios básicos se incrementaron en más del 400% y los salarios sólo se incrementaron 7,5%, como decirles que es necesario devaluar el peso argentino (acompañada de una inflación alta) para “generar mayor competitividad” a los productos que exporta Argentina.

Todo lo anterior son algunos de los requisitos que el FMI está exigiendo al Gobierno argentino para otorgarle un crédito de 30.000 millones de dólares y así tratar de salvar la vapuleada economía gaucha y, de esta manera, reencaminar a este país a la doctrina económica neoliberal; sin embargo, esta doctrina no funcionó en América Latina y hasta el país, otrora defensor recalcitrante del neoliberalismo económico (Estados Unidos), ya no es partidario del libre comercio. 

Con el gobierno de Trump se ejerció una economía proteccionista, la Unión Europea se encamina (aunque lentamente) también hacia el proteccionismo.

Resulta paradójico que el Presidente Trump apoye las medidas de Macri, cuando éste restringió la exportaciones de limones (uno de los principales productos del país latinoamericano), disminuyó la cantidad de trigo que le compraba, todo con el fin de proteger a los producto res agropecuarios yanquis, del mismo modo, el FMI no considera que el crecimiento y fortalecimiento de la economía norteamericana, ocasionando que la tasa de interés del mercado financiero se incremente, y sea más rentable invertir en Estados Unidos que en países latinoamericanos como la Argentina.

Como todos los políticos, Macri no menciona que Kirchner pagó la deuda externa de 9.000 millones de dólares, más bien echa la culpa a la anterior gestión, diciendo que ellos se lo “farrearon” los recursos generados por la supuesta bonanza económica; sin embargo, se olvida que en el gobierno de Fernández, que aplicó el proceso de nacionalización, el Estado argentino contaba con ingresos suficientes para realizar una redistribución de los ingresos y sobre todo un fortalecimiento de la economía interna, lo cual permitió ubicar a Argentina entre uno de los países latinoamericanos más estables, y no como en la actualidad, con crecimiento económico negativo, altas tasas de interés e inflación.

El querer aplicar políticas económicas a países latinoamericanos, elaboradas en países desarrollados, no traerá nada bueno, son como las canciones en inglés, muy pocos lo entienden o comprenden. El querer traducirlas trae consigo distorsiones que no siempre expresan lo planificado; es mejor aplicar políticas propias que capturen todo la problemática local para aplicar soluciones que beneficien a la mayoría de la población.

Como dice la canción traducida “no será fácil, tú crees que es extraño cuando trato de explicar cómo me siento …”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Por favor, ingrese sus comentarios sobre el artículo aquí: