Por: Miguel A. Marañon
En el año 2000, el entonces presidente Hugo Bánzer Suárez, mediante Ley N° 2115 creaba la Universidad Pública de El Alto (UPEA), dicha universidad tenía y tiene particularidades sui generis, por ejemplo no existe el voto ponderado (50% docentes – 50% estudiantes) como en el resto de las universidades estatales, las autoridades se eligen por voto universal, en sus 18 años de vida hubieron 22 rectores, y así podríamos citar innumerables particularidades.
En el aspecto financiero, en la gestión 2001 recibió del Gobierno 18 millones de bolivianos, en 2006 con la Ley N° 3058, de Hidrocarburos, recibió 44 millones, para que en la gestión 2017 se incremente a 269 millones es de decir un incremento del más de 500%, así también se incrementó el personal administrativo de 140 en 2006 a 733 en la gestión 2016, en cuanto se refiere al personal docente la UPEA es el que tiene mayor número de docentes por estudiante, un docente para 17 universitarios (no existe docentes titulares), los niveles salariales van desde 22.963 bolivianos, –sueldo del rector– a 4.188 –del mensajero–; sin embargo, el nivel académico no acompaña los datos financieros de esta universidad.
Las últimas movilizaciones, donde lamentablemente falleció un estudiante, exigen el incremento de su presupuesto, para “mejorar” la calidad de enseñanza; sin embargo, la UPEA posee dos fuentes financieras que no utiliza por cuestiones administrativas y de eficiencia ejecutiva. Posee en sus cuentas bancarias 173,3 millones de bolivianos, recursos que según las autoridades de dicha universidad no pueden ser utilizados porque están destinados a proyectos de inversión, sin embargo en la gestión 2015 la UPEA ejecutó en proyectos de inversión sólo el 13,7%, en 2016 el 11,8% y 2017 el 24,3%, es decir que estos recursos se incrementarán en cada gestión mientras no tengan una buena ejecución presupuestaria en proyectos.
La segunda fuente financiera que no utiliza es lo que se denomina “Cuenta de Reserva del IDH”, que hasta el 31 de diciembre de 2017 contaba con 222 millones de bolivianos, los cuales podrán ser utilizados siempre y cuando la UPEA demuestre (con documentos fidedignos) la cantidad de estudiantes que tiene, requisitos que son exigidos por el Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB), es decir que no cumple ni los requisitos administrativos del Sistema Universitario (aspecto que no se subsana desde la gestión 2005).
Se pide incremento de presupuesto sin analizar la normativa vigente la cual indica que el presupuesto de las universidades es por departamento, es decir si existe una universidad en un departamento esa universidad es beneficiada por dicho presupuesto, si existe dos universidades los recursos se dividirán entre las dos universidades, por tanto la solicitud de incremento de la UPEA pasaría por la reducción de presupuesto de la UMSA.
La solución al desempeño académico de la UPEA no debe aferrarse al enfoque de que el principal problema es el incremento del presupuesto, más aun cuando esa casa de estudios superiores tiene muchos recursos que no pueden ser utilizados, simplemente por su ineficiencia administrativa. La fragilidad e ingobernabilidad que se presenta en las autoridades debe ser superada siempre con la convicción que la misión principal de la UPEA es la formación de profesionales de calidad.
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