Por: Karina Morena Sainz
El ahorro es el acto mediante el cual se renuncia a una parte del posible consumo presente con la finalidad de conseguir un aumento del consumo futuro; este sacrificio exige una retribución, la cual vendría a ser la tasa de interés, que en el caso boliviano más que un premio parece un castigo.
En Bolivia, la tasa de interés por ahorro (tasa pasiva), oscila entre el 0,94 por ciento que pagan los bancos y el 1,37 por ciento que pagan las mutuales, es decir, que por cada 100 bolivianos que ahorramos, en el mejor de los casos recibimos 1,37 bolivianos de retribución por año; sin embargo, vale pena detenerse un momento y analizar la tasa de interés real que percibimos, claro que según las entidades financieras y su gran persuasión, no hacen más que proteger nuestro dinero.