Por: Leoncio Gonzales (*)
Sin duda alguna la noticia económica
que ha dado de que hablar es la emisión de bonos soberanos por parte de Bolivia
en el mercado financiero internacional, por un valor de 500 millones de USD a
una tasa de interés del 4,875% y a diez años plazo.
¿Qué quiere decir? Pues que el país
ha conseguido un préstamo (sin ningún otro tipo de condicionante extra
económico) por una vía alternativa a la que no estábamos acostumbrados.
¿Por qué? Básicamente por dos
aspectos: primero porque al acceder a estos mercados financieros
internacionales implica el haber cumplido ciertos requisitos que van ligados con
la parte de estabilidad y buen desempeño macroeconómico, entre otros factores,
que tienen que convencer a un posible comprador del bono a querer comprarlos,
al igual que cuando una persona va a una entidad financiera y solicita un
préstamo y el banco le exige ciertos requisitos financieros para poder acceder
al crédito. Hasta ahí Bolivia se merece un primer
aplauso.
En segundo lugar, Bolivia en su
condición de país de ingresos medios ya no podrá acceder a créditos concesionales
ante organismos multilaterales (BID, CAF, Banco Mundial) porque el tamaño de nuestra
economía ha crecido y por tanto no podemos gozar de las mismas facilidades que
se les da a los países de ingresos bajos (que también en su momento nosotros
accedimos).
Es decir, que al poder emitir estos
bonos se está atrayendo recursos por un camino diferente para la economía
boliviana. ¿En qué se gastará? Pues esta plata se invertirá en infraestructura
caminera y proyectos de desarrollo productivo, que permitan generar más empleo
y expandir nuestra economía aun más. Hasta ahí podemos dar un segundo
aplauso.
Sin embargo, vale preguntarse: ¿es
malo endeudarse? Endeudarse no es malo, siempre y cuando: a) se pueda hacer el
repago de esa deuda y b) los recursos que se capten sean destinados a proyectos
que generen un efecto multiplicador dentro de la economía, en pocas palabras que no se
malgaste esa plata creando elefantes blancos o cosas por el estilo.
Ahora bien, como siempre ya se han
escuchado opiniones de algunos “expertos” en finanzas internacionales, los
cuales manifiestan que esta es una medida neoliberal y que va en contra de la
ideología del gobierno además que no hay necesidad de endeudarse. China siendo
socialista compra bonos del tesoro estadounidense y no se anda rasgando las
vestiduras por hacerlo. Aquí se trata de posicionar la imagen del país para
obtener una buena reputación en el mercado de capitales internacional
(valiéndote de tu condición de estabilidad macroeconómica), para que cuando
lleguen los tiempos de vacas flacas y necesitemos dinero, se tengan más opciones
para apalancar recursos.
Ahora bien, esta es una buena noticia
que también se la da al sector privado nacional, puesto que ahora tiene la opción
de captar recursos por esta misma vía y las empresas bolivianas pueden atraer
capitales internacionales aprovechando la coyuntura económica desfavorable en
Europa o Estados Unidos, siempre y cuando puedan convencer a los inversionistas
internacionales de hacerlo, claro está.
(*) Economista
Publicado en La Razón el 09/11/2012
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