Por: Oswaldo Quelali
Recientemente la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) publicó su informe anual sobre la Inversión Extranjera Directa (IED) en América Latina y el Caribe, en la cual señala que el flujo de inversión habría disminuido en 9 por ciento en la región y 22 por ciento en el caso de Bolivia, durante el 2015.
Es importante entender que la contracción de la IED en la región es un fenómeno generalizado, salvo algunas excepciones, y que responde a la incertidumbre que sobrelleva el mercado de commodities. Con este escenario de fondo parece lógico una mayor aversión al riesgo por parte de los inversores. Así, los países más afectados con la caída de la IED fueron Brasil con una disminución de $us 21.820 millones, seguido de Colombia con una contracción de $us 4.217 millones, Perú con $us 1.023 millones, y Chile con una baja de $us 1.885 millones. Con la excepción de Brasil, estos países conciernen a economías con fuerte orientación al mercado, lo que lleva a entender que son sustancialmente dependientes de la inversión extranjera y muy vulnerables a las convulsiones del contexto internacional.
Respecto a Bolivia, pese a la disminución del flujo de la IED en 2015, se debe indicar que la entrada de inversiones aún se mantiene estable, prueba de ello es que durante el periodo 2006-2015 el flujo promedio de inversión llegó a $us 706 millones mayor al promedio del periodo precedente 1990-2005 cuando fue de $us 394 millones, con “capitalización” incluida. Asimismo, se debe resaltar en los últimos años y específicamente en 2015 se observa que el país ofrece la mayor rentabilidad (medida como renta sobre acervo de inversión) en la región. Este resultado evidencia las buenas condiciones que ofrece la economía boliviana al inversor externo.
Al contrario de lo que sucede en otras economías latinoamericanas, las perspectivas de mayores entradas de IED en Bolivia son ampliamente positivas. En el sector de hidrocarburos se destaca los anuncios de inversión entre 2016 y 2018 de la petrolera francesa Total por $us 800 millones, la española Repsol con $us 1.500 millones, la británica British Gas Group con $us 300 millones, y la petrolera rusa Gazprom y la brasileña Petrobras que también anunciaron importantes inversiones en este sector. Asimismo, en el sector de telecomunicaciones la empresa sueca Millicom anunció inversiones por $us 130 millones en su operador local Tigo. Lo que demuestra un panorama alentador hacia futuro.
Estas perspectivas de inversión reflejan el esfuerzo de la política económica del país por atraer inversión extranjera, y deja sin sentido las afirmaciones de que en Bolivia no se invierte. Resta el desafío para los hacedores de política, y en general para América Latina, de lograr diversificar las entradas de IED al resto de sectores de la economía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, ingrese sus comentarios sobre el artículo aquí: