Por: Miguel Angel Marañon
Desde una perspectiva netamente teórica, no existe una definición unívoca de que lo que es una crisis económica. Algunos la definen como la recesión cíclica de la economía, tiempo en el que se atraviesa inestabilidad en los procesos de producción, intercambio y consumo de bienes y servicios. La famosa crisis de los años 30 se dio por la sobreacumulación de la producción de las industrias norteamericanas. Al tener una gran cantidad de stock acumulado, los dueños de las fábricas despidieron no solo a gran parte de los obreros, sino también a una buena parte de los profesionales administrativos, lo cual ocasionó un desempleo masivo con la consecuente imposibilidad de que los ciudadanos consuman los productos almacenados. En América Latina atravesamos una crisis similar en los 80 que dio lugar a la “década perdida”. Este periodo se caracterizó por un fuerte endeudamiento, un alto déficit fiscal y elevada inflación; lo que se tradujo en la disminución de los salarios, la caída de las exportaciones y el cierre de varias empresas estatales y privadas.