Por: José A. Villegas Gómez
El crecimiento económico es actualmente uno de los fenómenos más estudiados por la ciencia económica y uno de los conceptos más familiares para el lector no especializado en economía. Por crecimiento entendemos el continuo aumento de la producción que una economía puede elaborar en un periodo determinado.
El crecimiento económico es actualmente uno de los fenómenos más estudiados por la ciencia económica y uno de los conceptos más familiares para el lector no especializado en economía. Por crecimiento entendemos el continuo aumento de la producción que una economía puede elaborar en un periodo determinado.
El crecimiento económico, acompañado de una mejor distribución de recursos, puede permitir una mejor calidad de vida para sus habitantes; por el contrario, la carencia de crecimiento puede generar pobreza en grandes segmentos de la población y hacer que se extienda durante generaciones. Por tanto, es vital formularse la siguiente pregunta: ¿fue positivo el desempeño de la economía boliviana en temas de crecimiento durante el periodo 2006-2013 comparado con el periodo 1998-2005?
Según datos de la CEPAL, durante el periodo 1998-2005, la tasa de crecimiento económico promedio estuvo situada en el orden de 2,93%, apenas por encima del promedio de América Latina (2,59%) y en el lugar duodécimo de 20 puestos de la tabla de crecimiento del continente latinoamericano. Durante el periodo 2006-2013, el crecimiento promedio de la economía boliviana fue de 4,97%, lo cual muestra una duplicación en comparación al anterior periodo. Este aumento permitió superar significativamente el crecimiento promedio de América Latina (3,71%) y escalar la tabla del continente, para situarnos en el puesto seis de 20 países pertenecientes a este bloque. Hasta el momento, las cifras muestran un resultado claramente positivo para la economía boliviana, un mayor crecimiento agregado comparado con el periodo 1998-2005.
Sería incorrecto concluir que una economía se encuentra mejor únicamente porque su producción agregada está creciendo, ya que el crecimiento de su producto puede estar siendo superado por el crecimiento de la población; es decir, la torta está creciendo, pero el número de invitados es cada vez mayor. La mejor forma de ver si la porción de la torta a nivel individual está creciendo es a partir del PIB per cápita, el cual mide en promedio cuánto de la producción agregada se lleva cada miembro de la sociedad.
Las cifras de la CEPAL muestran que durante el periodo 1998-2005 el crecimiento per cápita promedio fue de apenas 0,9%, cifra inferior al crecimiento per cápita de América Latina (1,16%), situándonos en el puesto 14 de la tabla de 20 países en el continente. Durante el periodo 2006-2013, en promedio, el crecimiento per cápita se más que triplicó, situándose en el orden de 3,33%, superior al promedio de América Latina (2,71%) y permitiéndonos ascender en la tabla del continente hasta situarnos en el puesto ocho.
En 2013 nuestro ingreso per cápita fue de 1.284 dólares; por tanto, manteniendo la tasa de crecimiento per cápita promedio del periodo 1998-2005 nos tomaría 77 años duplicar nuestro ingreso per cápita, en cambio con la tasa de crecimiento del periodo 2006-2013 nos tomará únicamente 20 años duplicar nuestro ingreso per cápita. Tanto a nivel global como a nivel per cápita, nuestros resultados de crecimiento fueron claramente positivos y superaron los alcanzados durante el periodo 1998-2005.
Ahora, queda por responder la siguiente pregunta: ¿son estos resultados producto de un boom de precios internacionales? o, en cambio, ¿son el resultado de un adecuado set de políticas aplicadas desde 2006? Inicialmente, esta pregunta puede responderse observando cuánto ha incidido la demanda agregada interna, variable objetivo de la actual política económica, y la demanda agregada externa, variable objetivo durante el periodo neoliberal, en el crecimiento del producto. Durante el periodo 1998-2005, en promedio, la incidencia de la demanda interna fue del orden de 2,18%, en cambio la incidencia de la demanda externa en el crecimiento del producto fue 0,74%.
Durante el periodo 2006-2013, la demanda interna tuvo una incidencia de 5,21%, en cambio la incidencia de la demanda externa fue de -0.23%. La evidencia presentada muestra la gran importancia de la demanda interna tanto en el periodo 1998-2005 como en el periodo 2006-2013 en el crecimiento económico, conclusión lógica debido al carácter inestable de los mercados internacionales, lo cual genera gran inestabilidad en la demanda externa.
Basado en todo lo anterior, no es incorrecto establecer cierta relación entre las tasas de crecimiento económico observadas durante el periodo 2006-2013 con las políticas de incentivo y fortalecimiento de demanda interna, que son uno de los factores que diferencian este periodo de la etapa 1998-2005.
Para alcanzar un crecimiento sostenido y escalar posiciones en la tabla mundial es necesario cautela, precaución y cierto grado de certeza en las medidas de política económica asumidas por los hacedores de política, tales virtudes se observan desde 2006. No es prudente adelantarnos demasiado, ya que todavía queda mucho por hacer, pero hay que destacar las acertadas medidas asumidas por el Gobierno desde 2006, lo cual nos ha permitido dar un salto inicial en la carrera del crecimiento, el cual podría llevarnos a obtener mejores resultados en el futuro.
http://www.paginasiete.bo/opinion/2014/3/29/donde-quedo-crecimiento-economico-17445.html
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