En respuesta a uno de mis recientes artículos,
titulado ¿Quiénes son los verdaderos beneficiados de la renta
hidrocarburífera?, el ex prefecto de Tarija, Mauricio Lea Plaza señala que el
TGN se queda con más del 50% de la renta petrolera, argumentando que el TGN recibe
48% del total y 56,25% del Impuesto Directo a los Hidrocarburos.
En los hechos, la hipótesis del señor Lea Plaza
no tiene asidero puesto que los datos efectivos de recaudación por IDH y
Regalías muestran una realidad muy diferente, tal como se detalla a
continuación:
Ingresos por IDH y Regalías – Gestión 2011
(En Millones de Bolivianos)
Elaboración propia con datos del Ministerio de
Economía y Finanzas Públicas
De manera elocuente las cifras muestran que más
del 70% de los ingresos por hidrocarburos son destinados a las regiones. En
efecto, sólo como ejemplo del total de los ingresos percibidos por
hidrocarburos, en la gestión 2011, las Gobernaciones se quedan con el 32,3%,
Municipios 30,7%, Universidades Públicas con el 4,6% y 3,3% para el Fondo
Indígena.
Si bien en la estructura total cerca del 29% es
destinado al TGN, un análisis mesurado debe considerar que ese porcentaje se
reduce tomando en cuenta el aporte que el erario nacional realiza a la Renta Dignidad y Fondo de Educación Cívica
Patriótica (30% y 0,2% del IDH percibido, respectivamente) cuyos beneficiarios
también son las regiones, quedando como disponible para el TGN cerca de 18% del
IDH, tal como señalé en mi anterior artículo, aproximadamente 5,8% del 32% del
impuesto directo.
Considerando estas premisas, los recursos
disponibles con los que cuenta el TGN
representan el 24%, en tanto que los beneficios para las regiones alcanzan al
76% del total de IDH y Regalías. Sólo en 2011 de los más de Bs13.722 millones
que fueron percibidos por la actividad hidrocarburífera, Bs12.022 millones son
destinados a las regiones, en tanto que el TGN se queda con Bs1.700 millones
como recursos disponibles, mismos que no se quedan en cuentas bancarias sino
que son destinados a apoyar políticas productivas y sociales.
Por tanto es evidente que los recursos
percibidos por la producción y venta de hidrocarburos, principalmente gas
natural, benefician a los Gobiernos Autónomos Departamentales, Municipales y
Universidades Públicas, y no así al nivel central del Estado como se quiere
hacer pensar.
No creo que el problema de fondo radique en
quitarle fondos a las entidades subnacionales sino más bien se debiera buscar
su eficiencia, en razón a que en los últimos años se ha observado una baja
ejecución de sus recursos que es de conocimiento público --en la actualidad
existen alrededor de $us2.000 millones como saldos de caja y bancos-- que ha
desembocado en una falta de atención y satisfacción de las demandas de la
población del país.
Aunque existen diferentes posturas referidas al
porqué se da este fenómeno, lo cierto es que hay la necesidad de utilizar esos
recursos de manera eficiente para ejecutar programas y proyectos, sociales y
productivos independientemente si se lo realiza a través del nivel central o de
las regiones.
Otro indicador para ver estas asimetrías es el
PIB per cápita, el cual cambió drásticamente durante las últimas décadas. Entre
los 80 y 90’s Santa Cruz tenia el mayor per cápita de Bolivia $us980, en tanto
que Potosí el menor apenas $us420; por el contrario durante los primeros años
del siglo XXI, Pando mostraba el mayor ingreso $us1.447 manteniendo a Potosí
como el rezagado. Sin embargo, en los últimos años Tarija ocupa el primer lugar
con $us5.366 mientras que Beni es ahora el que menos ingresos obtiene $us1.384.
Bolivia: PIB per cápita a precios de mercado, según Departamento,
1990-2011(p)
(En Dólares Americanos)
Por estas razones es necesario que durante el
Pacto Fiscal se analice la forma de distribuir los recursos de forma equitativa
bajo el principio de eficiencia a la hora de satisfacer las necesidades del
país en su conjunto.
Publicado en HidrocarburosBolivia.com el 25/08/2012
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