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martes, 24 de mayo de 2016

¿Qué son las crisis económicas?

Por: Miguel Angel Marañon
Desde una perspectiva netamente teórica, no existe una definición unívoca de que lo que es una crisis económica. Algunos la definen como la recesión cíclica de la economía, tiempo en el que se atraviesa inestabilidad en los procesos de producción, intercambio y consumo de bienes y servicios. La famosa crisis de los años 30 se dio por la sobreacumulación de la producción de las industrias norteamericanas. Al tener una gran cantidad de stock acumulado, los dueños de las fábricas despidieron no solo a gran parte de los obreros, sino también a una buena parte de los profesionales administrativos, lo cual ocasionó un desempleo masivo con la consecuente imposibilidad de que los ciudadanos consuman los productos almacenados. En América Latina atravesamos una crisis similar en los 80 que dio lugar a la “década perdida”. Este periodo se caracterizó por un fuerte endeudamiento, un alto déficit fiscal y elevada inflación; lo que se tradujo en la disminución de los salarios, la caída de las exportaciones y el cierre de varias empresas estatales y privadas.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Los perdonados de la Tierra

Por: Carlos Tudela Ocampo
En días anteriores, circuló por este medio de prensa escrita un artículo elaborado por el señor Gonzalo Chávez denominado “Los condenados de la Tierra”, aludiendo abiertamente al título de un libro escrito por Frantz Fanon. En el referido artículo, el autor se refiere a Frantz Fanon como alguien que luchó por los más humildes y vulnerables, y asimila a las personas con discapacidad a “Los condenados de la Tierra.

Conforme a lo anterior, llama la atención la asimilación que hace Chávez en su artículo de las personas con discapacidad a “Los condenados de la Tierra”, puesto que más allá de que Fanon se refiere a otro grupo de personas totalmente diferente, la dirección que Chávez le imprime a su artículo es conceptualmente opuesta a la dirección que Fanon le dio su libro, y por ende el artículo resulta ser una absoluta contradicción.

jueves, 5 de mayo de 2016

La dependencia no promueve la dignidad

Por: Pamela Tarifa Z.
En días anteriores llamó mi atención un artículo de Gonzalo Chávez titulado “Los condenados de la Tierra”, publicado en este diario, en el cual se refiere a las personas con discapacidad haciendo alusión a la falta de acuerdo entre una parte de este sector,que se encuentra movilizada exigiendo un bono mensual de 500 bolivianos, y el Gobierno Nacional.

Para empezar debe tomarse en cuenta que se pide un incremento del 500% al monto que actualmente se destina a esta causa. Recordemos que a partir de la gestión 2012, las personas con discapacidad (grave y muy grave) reciben un bono anual de 1.000 bolivianos. Cabe destacar que esta medida se implementó a expensas de los recursos que anteriormente se otorgaban a los partidos políticos para que éstos puedan financiar sus campañas.

miércoles, 4 de mayo de 2016

La demanda de los Bs 500

Por: Omar Velasco Portillo
En el país existen cerca de 50.000 personas con capacidades diferentes, de acuerdo con fuentes oficiales. Según nuestra legislación, hay diferentes tipos de discapacidad y en muchos casos éstos pueden ser múltiples. La discapacidad es un problema social porque limita la participación plena, efectiva e igual en la sociedad para quienes la padecen. Sin importar su número, lo cierto es que todas ellas enfrentan problemas y necesidades diferentes, y una gran parte de esta población está sumida en la pobreza y la exclusión social. Frente a esta lacerante realidad, la dirigencia de los discapacitados asumió la tarea, por segunda vez desde 2012, de protagonizar una marcha de protesta para exigir un bono perpetuo. En este contexto surgen algunas interrogantes: ¿cuán legítima es su demanda?, ¿es razonable y viable su pedido?, ¿existen otros caminos al diálogo?

Para responder la primera pregunta, bastaría con que otros grupos vulnerables con necesidades similares como niños huérfanos y madres solteras se movilicen exigiendo beneficios parecidos, y veremos que la legitimidad se pierde cuando todos aspiramos a las mismas ayudas estatales.