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jueves, 31 de diciembre de 2015

De Incitatus a Petardo

Por: Carlos Tudela Ocampo
Desde su fundación, la vida política de Bolivia se ha caracterizado por el acenso al poder de líderes que basaron su accionar en el reconocimiento informal de sus liderazgos por parte de las multitudes, las que en su momento depositaron en éstos su interés conjunto para que resolviese sus problemas. Estos líderes fueron quienes se disputaron la silla presidencial a lo largo de la historia, siendo muchos los partidos políticos que se organizaron en torno a la popularidad de sus caudillos, careciendo efectivamente de un programa para acceder al gobierno.

En esta lógica histórica, llama la atención cómo en la actualidad los opositores al oficialismo ya no pretenden organizarse sobre las bases de una ideología, un programa de gobierno, o siquiera en torno a un caudillo que sea el eje catalizador de sus postulados, sino que, ante la ausencia de ese liderazgo y de líneas ideológicas, se mueven en torno a un disparejo listado de intenciones y espejismos mediáticos, tomando como bandera la icónica imagen de un perrito vagabundo que por hambre siguió por varios días una marcha política de protesta, y que más tarde fue bautizado con el nombre de Petardo.

domingo, 13 de diciembre de 2015

La importancia del mercado interno

Por: Jaime Durán Chuquimia
El neoliberalismo desprecia el mercado interno, pues cifra sus esperanzas en el externo. Razona así: para insertarse en los circuitos internacionales se necesita "empresas competitivas”, por ello los salarios no deben crecer y debe fomentarse la liberalización del mercado de trabajo. Consideran que dado el escaso margen de ahorro de los países, únicamente la inversión extranjera es capaz de generar crecimiento. Bajos salarios generan un pequeño mercado interno, lo cual hace que la pobreza persista.


Juan Antonio Morales (JAM), en un reciente artículo, no oculta su desprecio por el mercado interno. Antes insistía machaconamente que el crecimiento boliviano de los últimos nueve años dependía únicamente de los altos precios de materias primas. Tras recibir un duro revés de la realidad, ahora afirma que "si la economía ha mantenido su ritmo, aún después de que el largo ciclo de los commodities terminara, es porque se está financiando el gasto público, corriente y de capital con deuda externa, y agotando las reservas internacionales”.