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lunes, 1 de julio de 2013

Un soberano éxito


Por: Hianny Romero
 Un bono soberano es un instrumento de deuda emitido por un país en moneda extranjera. De la variedad de instrumentos financieros, los bonos soberanos son considerados los de mayor confianza, porque son respaldados por los propios países; sin embargo, existe la posibilidad de que un país tome la decisión de suspender el pago de estos instrumentos de deuda (default).

Si dejara de pagar mis cuotas al banco, incautarían mis bienes y los rematarían. Si un país deja de pagar sus bonos soberanos, los inversionistas no pueden recurrir a este tipo de recursos para recuperar su dinero, porque los Estados no ofrecen ningún tipo de garantía más que su palabra. A este riesgo se lo conoce como riesgo soberano. Para minimizar el riesgo soberano, existen los reportes de riesgo país, que son emitidos por las agencias calificadoras. Anualmente estas calificadoras elaboran sus reportes y determinan la probabilidad de que un país entre en default, sujeto a su comportamiento económico, político y social.

Según las calificadoras de riesgo, EEUU es un país con grado de inversión “premium”, sus bonos soberanos son considerados libres de riesgo. Cualquier otro país con un menor grado de inversión tendrá que emitir sus bonos soberanos a una tasa más alta que la de EEUU para compensar al inversionista por el riesgo adicional en que está incurriendo. La diferencia entre esta tasa libre de riesgo y la tasa a la cual un país emite sus bonos soberanos se llama spread. Cuando Bolivia debutó en los mercados internacionales a una tasa de 4,87%, el bono soberano de EEUU era de 1,82%, por lo que el spread fue de 3,05% o 305 puntos básicos.

El spread se compone de una prima de riesgo, aquella que los inversionistas exigen por la probabilidad que entre en default; y una prima de nueva emisión, que para países debutantes en los mercados internacionales de capitales incluye un costo adicional, que se lo puede identificar como el “derecho de piso”. Debido a este costo, erróneamente se pueden comparar emisiones debut con otro tipo de emisiones.

La liquidez de los mercados de capitales en 2012 y a inicios de 2013 fue producto de las condiciones económicas internacionales. Este exceso de liquidez permitió a los países que emitieron sus bonos en ese periodo sobrescribir sus libros, es decir, la demanda excedía la oferta. Bolivia emitió un total de $us 500 millones, pero se demandó $us 4.200 millones. Esta sobredemanda le permitió reducir su prima de nueva emisión que, en promedio, es de 5-10 pbs, pero no su prima de riesgo, que no tiene relación con la liquidez del mercado. En buen cristiano, no porque existe más liquidez en el mercado un país es más o menos riesgoso.

Inicialmente los inversionistas consideraban al país riesgoso, especialmente por su proceso de nacionalización, lo que situó la tasa referencial para los bonos soberanos de Bolivia en 10,25%.

El logro de Bolivia en la emisión de bonos soberanos no se basa sólo en la consolidación de nuevas fuentes de financiamiento, o haber emitido a tasas menores que la de otros países, sino el posicionamiento en los mercados de capitales. La confianza de los inversionistas en Bolivia aumentó después de demostrarles que la bonanza económica y social boliviana no se debía a la coyuntura, sino a la aplicación de un modelo propio. Esto disminuyó su percepción de riesgo de una tasa de 10,25% a 4,87%, algo que consideramos sobresaliente.

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